Suiza con niños: la guía definitiva para unas vacaciones perfectas
Cuando uno piensa en Suiza, enseguida le viene a la cabeza la imagen de la risueña Heidi correteando descalza entre interminables prados verdes y afiladas montañas cubiertas de nieve. Una imagen bucólica que se ajusta perfectamente a la realidad. Viajar a Suiza con niños es apostar por un destino lleno de actividades al aire libre, diseñado para que la infancia sea protagonista. En Suiza, todo está pensado para hacer que viajar en familia sea fácil, cómodo y lleno de momentos inolvidables.
Encantadores pueblos medievales, glaciares inconmensurables, divertidas rutas temáticas, refrescantes zonas de baño, lagos de postal, parques infantiles de ensueño o fascinantes museos interactivos, son parte de la oferta interminable de actividades que encontramos en Suiza para todas las edades y que conforman un escenario mágico en el que las familias tienen un papel protagonista.
En esta completa guía te proponemos una cuidada selección de ideas para explorar a tu aire y en familia todos los encantos del país helvético, desde el elegante lago Lemán hasta la vibrante Zúrich, pasando por las majestuosas cumbres de Zermatt o las apacibles llanuras del Mittelland suizo. Un amplio abanico de actividades, rutas y lugares de interés para que puedas planificar tu viaje a medida y sin sorpresas en cualquier época del año.
Prepárate a disfrutar de Suiza como un auténtico Heidi moderno, descubriendo la belleza natural de los Alpes suizos, sumergiéndote en la cultura local y explorando la fascinante historia de un pequeño país con mucho que ofrecer.
Suiza en familia
En esta completa guía descubrirás 300 ideas para viajar con niños al país de Heidi. Incluye tracks descargables de las rutas, itinerarios recomendados, horquillas de precio y actividades gratuitas, mapas online, multitud de información práctica y todo lo necesario para planificar tu viaje a medida.
Lago Lemán: Ginebra, Lausana y Riviera Montreux-Vevey
Enmarcado por la villa de Ginebra y el cantón de Vaud, entre soleadas terrazas de viñedos y sofisticadas ciudades, el lago Lemán es el mejor prólogo para cualquier visita a Suiza. Al recorrer su orilla, salpicada de hoteles de estilo belle époque, cuidados jardines y châteaux, es fácil entender por qué estos paisajes sirvieron de inspiración a tantos personajes célebres. Le Corbusier, Voltaire, Lord Byron o Freddie Mercury -quien compuso su disco póstumo “Made in heaven” desde su refugio en la Riviera vaudense-, pasaron largas temporadas a la orilla de las tranquilas aguas del lago Lemán.
La Suiza más francesa ofrece opciones para todos los gustos. Aquellos que disfruten de los ambientes más urbanos encontrarán en Ginebra o Lausana un paraíso con cuidados centros históricos y preciosos jardines, todo ello aderezado con una más que interesante oferta museística. Para los que encuentran diversión en el agua, en el lago, además de idílicos paseos, ya sea a pie o en bicicleta por su orilla o en barcos de época surcando sus calmadas aguas, encontrarán multitud de zonas de baño. Y para los que prefieran las alturas, los Alpes de Vaud, a un tiro de piedra de los sofisticados centros turísticos de Vevey y Montreux, satisfarán todas las demandas.
- Ginebra
Viajar a Ginebra con niños, la segunda ciudad más poblada de Suiza y puerta de entrada para la mayoría de visitantes, lejos de ser un lugar de paso, representa una inmejorable carta de presentación del país.
- Lausana
La visita a Lausana permite disfrutar de la elegancia y el espíritu bon vivant de la Suiza más francesa en un entorno urbano precioso y cuidadosamente diseñado. Su centro histórico, sus preciosos jardines y una amplia oferta museística, todo ello ubicado a orillas del lago Lemán, hacen de Lausana una parada obligatoria en un viaje a Suiza en familia.
- Riviera Montreux-Vevey
Una parada en la riviera Montreux-Vevey nos ofrece el contraste perfecto entre sus sofisticados centros turísticos y las grandes montañas de los Alpes de Vaud, donde incluso es posible entregar las cartas de Navidad… ¡al mismísimo Papá Noel!
Valais
El cantón suizo de Valais es conocido mundialmente por su montaña más icónica: el Matterhorn. A sus pies se cobija Zermatt, uno de los destinos más populares y afamados de Suiza. Pero tan solo es la punta del iceberg. El pueblo de cuento de Grächen, la divertida Crans-Montana, el valle de ensueño de Saas o el abrumador glaciar de Aletsch, completan un territorio fascinante, repleto de alicientes y diversión para toda la familia.
Desde sus más de 45 cuatromiles cubiertos por hielos milenarios en los que es posible esquiar incluso en verano, hasta los fértiles viñedos que cubren las laderas del valle del Ródano, el cantón de Valais concentra tal cantidad de sitios de interés que con una visita nunca es suficiente para descubrir todos sus secretos. Un paraíso donde los más pequeños, al igual que en el resto del país, tienen un protagonismo especial. Sus remontes, que conectan con facilidad los valles con las alturas, sus amables senderos que permiten explorar la naturaleza de manera divertida y educativa, y sus espectaculares y divertidos parques infantiles estratégicamente ubicados en medio de la naturaleza, hacen que recorrer estas montañas sea verdaderamente un juego de niños.
- Zermatt
Zermatt es uno de los destinos más conocido de los Alpes suizos, y no es por casualidad. La montaña más famosa del mundo, la cima perfecta en la que todo niño piensa al dibujar, es el faro de una población que, sin embargo, es mucho más que el Matterhorn. La accesibilidad a algunas de las zonas más interesantes del valle por medio de trenes cremallera o telecabinas, sus numerosas actividades e instalaciones exclusivamente destinadas a los más pequeños (especialmente en verano, cuando la ciudad se llena de familias y se programan numerosos eventos y actividades para todos los públicos) y hasta una mascota, la simpática oveja de hocico negro, Wolli, hacen que descubrir Zermatt sea una de las opciones preferidas por las familias que viajan a Suiza con niños.
- Valle del Saas
La cabecera del Valle de Saas es uno de los rincones más espectaculares de todo el Valais. Su población más famosa, Saas-Fee, conocida como la «perla de los Alpes», es el punto de partida del Metro Alpin, el funicular subterráneo más alto del mundo. En la estación de Spielboden encontraremos una de las actividades más singulares de cuantas podemos realizar en Suiza con niños donde, a través de un pequeño recorrido, tendremos la ocasión de acercarnos y dar de comer a las marmotas. Otra de las visitas imprescindibles es la comuna de Saas-Grund, punto de partida del telecabina que sube hasta la estación de Hohsaas, pasando por Kreuzboden, un paraíso para los niños donde pasarán horas disfrutando entre tirolinas, rocódromos o juegos de agua.
- Aletsch-Arena
Visitar el glaciar Aletsch, incluido en el listado de Patrimonio mundial de la Humanidad por la UNESCO, es una de las visitas imprescindibles que podemos hacer si viajamos a Suiza con niños. Uno de los mejores puntos de partida para disfrutar de este colosal monumento natural lo encontraremos en Bettmeralp, situado en el corazón de la región de Aletsch Arena, desde donde podemos tomar el telecabina que se dirige a Bettmerhorn donde encontraremos uno de los miradores naturales más espectaculares sobre el glaciar Aletsch. Este es sin duda el gran protagonista de la zona, aunque también existen otros alicientes para los más pequeños, como convertirnos en Pedro y Heidi por unas horas y realizar una excursión con cabras.
- Grächen
En las calles de Grächen se respira tranquilidad y gran parte de sus actividades están pensadas para los más pequeños de la casa. En la estación de Hannigalp nos encontramos el Sisu Familienpark, una zona de juegos con una fortaleza india con toboganes, cuerdas y puentes y una pista de tubing en la que, en verano, nos podremos deslizar por la montaña todas las veces que queramos subidos a un gran flotador hinchable. ¡Y todo completamente gratis!
- Crans-Montana
Situado a unos 1.500 m de altitud, Crans-Montana es un moderno centro turístico cuya situación, en una amplia meseta soleada salpicada por pequeños lagos, lo convierten en un lugar privilegiado para pasar un refrescante día de verano en familia y disfrutar de su oferta interminable para los más pequeños. Gracias a sus remontes, que permiten acceder con facilidad a las estaciones de Cry d´Er o a la de Plaine-Morte, se puede disfrutar de una de las panorámicas más amplias de las montañas del Valais.
Gruyeres y Basilea
A medio camino entre el bon vivant de la Suiza francófona y la pulcritud de la Suiza germanófoba, las regiones más occidentales del país helvético (Basilea, Aargau-Solothurn, Jura y Tres Lagos y Friburgo) pasan por lo general desapercibidas para muchos visitantes. Sin embargo las suaves y fértiles tierras de la meseta suiza (Mittelland) representan una buena y variada alternativa a las zonas más turísticas del país, muy especialmente en las estaciones intermedias cuando la nieve impide el acceso a muchos de las enclaves alpinos.
Cuna de algunos de los símbolos helvéticos más reconocibles -como el queso Gruyère o los relojes-, las regiones occidentales de Suiza son el destino perfecto para un viaje familiar sin prisas. Ya sea disfrutando de tranquilos paseos en bicicleta en la región de los Tres Lagos, lanzándote río abajo en una colchoneta, adentrándote en las boscosas montañas del Jura -célebres por dar nombre a un período geológico- o explorando pequeñas e históricas ciudades repletas de encanto como Friburgo, Murten, Neuchâtel o Basilea, aquí encontrarás siempre algo que hacer.
Interlaken, Lauterbrunnen y Grindelwald
Son tantos los atractivos naturales que atesoran las tierras altas del cantón de Berna que requieren de un apartado propio. Su completísima red de trenes y remontes, unida a un paisaje sobrecogedor y una variada oferta familiar con multitud de servicios y detalles pensados para los niños (itinerarios temáticos, parques infantiles, actividades…) hacen del Oberland bernés uno de los destinos más deseados de los Alpes suizos. El Mönch, el Jungfrau y por supuesto la temible cara norte del Eiger, “el Ogro”, presiden un escenario superlativo considerado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
El triángulo mágico formado por las poblaciones de Interlaken, Grindelwald y Lauterbrunnen encierra los principales reclamos de la región, incluida la estación ferroviaria a mayor altura de Europa, que a 3.454 m de altitud permite los 365 del año vivir la experiencia de la alta montaña. Pero estos tan solo son los titulares más llamativos. En torno a los inmensos lagos de Thun y Brienz, por los que, como hace ya más de un siglo, siguen surcando barcos propulsados a vapor, se extiende un territorio repleto de posibilidades para los amantes de la naturaleza de todas las edades. Desde encantadoras poblaciones como Thun, Spiez, Brienz o Meiringen, hasta valles de ensueño como los de Kander, Hasli o Simme, la región de Berna tiene grandes cosas que ofrecer.
- Interlaken
Interlaken está situada en un fértil llanura entre los lagos de Thun y Brienz, a las puertas de los valles de Lauterbrunnen y Grindelwald. Desde las cercanas atalayas naturales de Harder Kulm, Niederhorn o Schynige Platte disfrutaremos, además de soberbias panorámicas, de todo tipo de actividades para los más pequeños: parques infantiles, rutas familiares, jardines alpinos o juegos de orientación, entre otras.
- Lauterbrunnen
El valle de Lauterbrunnen es uno de los lugares de ensueño donde viajar a Suiza con niños. Atracciones que podemos realizar en el propio valle, como visitar las cascadas de Staubbach, Trümmelbach o Mürrenbach, o recorrer el valle en bicicleta. O subir a las alturas gracias a los diferentes remontes que permiten disfrutar de una panorámica inigualable de las cumbres más significativas de los Alpes berneses: la famosa trinidad compuesta por el Eiger, el Mönch y el Jungfrau. Atractivos de por sí suficientes, a los que además deberemos añadirle una completa oferta familiar con algunos de los parques infantiles de montaña más disfrutones de toda Suiza y una completa red de senderos para todas las edades.
- Grindelwald
Descubrir Grindelwald con niños ofrece el complemento perfecto a su vecina Lauterbrunnen. Desde aquí también es posible ascender sin esfuerzo a las estaciones de Kleine Scheidegg o Männlichen, que ofrecen un abanico de posibilidades que, entre otras actividades, se completa con el abrumador cañón glaciar de Grindelwald o los teleféricos a las estaciones de First o Pfingtegg, donde la diversión está 100% garantizada.
Lucerna y Suiza Central
Compuesta por los cantones de Lucerna, Obwalden, Nidwalden, Uri, Schwyz y Zug, la región de Suiza Central disfruta de una posición estratégica tanto en lo geográfico (el resto del país queda a tiro de piedra) como en lo orográfico. En la transición entre las onduladas llanuras de la meseta suiza (Mittelland) y las afiladas cumbres alpinas, las montañas de Suiza Central, muchas de ellas accesibles todo el año, ofrecen un punto intermedio que las convierten en verdaderos patios de recreo en plena naturaleza.
Su cercanía a Zúrich, sus amables perfiles y su clima más benigno, hacen del corazón geográfico e histórico de Suiza uno de los destinos más frecuentados por las familias locales. Aquí encontraremos algunos de los senderos temáticos más divertidos del país y los remontes más originales e innovadores. Y todo ello rodeados de un paisaje de postal tapizado por inmensos espejos de agua. Bordeando el lago de los Cuatro Cantones encontraremos la mayoría de puntos de interés, empezando por la encantadora Lucerna, parada obligada si se visita la región, y continuando por sus montañas prealpinas más insignes. Pilatus, Rigi, Mythen, Fronalpstock, Stanserhorn, Titlis o Bürgenstock son tan solo algunos de los panorámicos escenarios que ofrece la región para disfrutar a lo grande al aire libre.
Zúrich y Suiza Oriental
La región de Suiza Oriental es quizá, salvo contadas excepciones, una de las zonas menos conocidas de Suiza. Sin embargo cuenta con algunos de los mejores paisajes del país y alicientes suficientes para disfrutar a lo grande de la naturaleza. Desde la cosmopolita Zúrich, capital económica y creativa de Suiza, es posible explorar con comodidad muchos de estos encantos. Las espectaculares cataratas del Rin, el prominente macizo del Säntis, el profundo lago de Walen o la extraordinaria falla tectónica de Sardona, son solo algunos de los hitos que espolvorean las tierras que desde las montañas limítrofes con los Grisones se dejan caer entre verdes prados y tradicionales poblados hacia el gran lago de Constanza.
Agradables zonas de baño, excursiones en bicicleta para todos, tradicionales queserías, bellos lagos de montaña, didácticos museos y todo tipo de actividades, convierten a esta región en un destino por descubrir para las familias que nada tiene que envidiar a otras partes del país.
- Appenzell
Situada a poco más de una hora de Zúrich, la región de Appenzell merece sin duda un alto en el camino. Uno de sus atractivos más destacados es el telecabina a la cima del Säntis, que se eleva verticalmente en mitad de un bonito paisaje rural de suaves colinas. Un entorno que recuerda a la imagen idealizada que podemos tener de Suiza y que esconde muchas opciones para disfrutar en familia. Imprescindible visitar el pueblo de postal de Appenzell, salpicado de típicas casas de madera con bellas fachadas pintadas, donde podremos disfrutar de la artesanía local y de sus famosas queserías.
- Walensee
El lago de Walen, o Walensee, es el lugar perfecto para descansar y refrescarse junto a sus aguas, buscar tesoros o deslizarse por enormes toboganes, en un entorno donde la naturaleza está pensada para ser disfrutada por los más pequeños. En la orilla sur del lago se encuentra Flumserberg, una estación de esquí que en verano se llena de actividades para toda la familia como el parque de aventuras Cliimber o el tobogán alpino Floomzer. En la orilla contraria, al norte, destacan las comunas de Weesen y Amden entre herbosas laderas con magníficas vistas sobre el lago.
Grisones
El cantón más grande y el menos poblado de Suiza conjuga en sus 7.000 m2 una naturaleza prístina y salvaje con algunos de los centros vacacionales más exclusivos de los Alpes. Los Grisones destacan además por su diversidad cultural y lingüística, siendo el único cantón suizo donde pervive el romanche, una de las cuatro lenguas oficiales del país cuyo origen se remonta a la época romana. Un entorno privilegiado en el que tienen un lugar de honor el Parque Nacional Suizo, el primero en ser creado en 1914, el Parc Ela, el área protegida más extensa del país, o la falla tectónica de Sardona, el extraordinario parque geológico Patrimonio de la Humanidad lindante con la región de Suiza Oriental.
Junto a estas áreas protegidas, resorts de montaña de primer orden ofrecen un sinfín de posibilidades para todas las edades y durante todo el año, con las agrestes montañas de los Alpes orientales como telón de fondo. Arosa-Lenzerheide, Davos-Klosters, Flims-Laax y muy especialmente el valle de la Engadina con las elegantes localidades de St. Moritz y Pontresina entre bellos lagos de montaña en torno al soberbio macizo de Bernina, son destinos ideales para disfrutar de todo tipo de actividades al aire libre en familia en los mismos paisajes alpinos que inspiraron la historia de la risueña Heidi.
- Valle de la Engadina
Si hay un valle que destaca sobre el resto en el cantón de los Grisones, ese es el valle de la Engadina. La naturaleza más abrupta y espectacular de los Alpes orientales se entremezcla con sus exquisitos pueblos y una amplia oferta para todos los públicos, que hacen de este valle una parada ineludible en nuestro viaje por la Suiza más oriental. En el fondo del valle destacan sus elegantes localidades: St. Moritz y Pontresina. Y de entre los numerosos remontes que conectan el fondo del valle con las zonas altas, mención especial merece el telecabina de Diavolezza, que permite alcanzar los 2.973 m de altitud y obtener unas vistas difíciles de olvidar sobre el Piz Bernina, la montaña más alta de los Alpes orientales, y el Glaciar de Morteratsch.
- Heididorf
¿Quién no ha soñado alguna vez con ser Heidi o Pedro corriendo ladera abajo por interminables prados alpinos en compañía de Niebla? Heidi marca a toda una generación gracias a la serie de anime japonesa de los 70, pero sus raíces son mucho más profundas y se encuentran en Maienfeld, un encantador pueblo suizo situado cerca de la frontera de Liechtenstein y Austria. Aquí es donde está Heididorf ¡el auténtico pueblo de Heidi! Una visita imprescindible para cualquiera que alguna vez haya sido niño.
- Flims-Laax
La dinámica comuna de Flims acoge una de las estaciones de esquí más grandes de Suiza. Durante el verano los excursionistas llenan sus sendas en busca de algunos de los espacios naturales más reseñables de Suiza, como la excursión por el Trutg dil Flem, un recorrido hasta una espectacular
cascada a los pies de la falla téctonica de Sardona. Los más mayores también pueden alquilar una bicicleta y disfrutar de los emocionantes descensos por las montañas de Flims con la ayuda de los remontes de la zona. El contrapunto a estas excursiones lo ponen los encantadores lagos alpinos alrededor de Flims, como el lago Caumasee o el Crestasee.
Ticino
Cálido e informal, el cantón de Ticino (o Tesino) es un mundo aparte dentro del país helvético. Con un alma de clara influencia italiana, la Suiza más mediterránea sorprende por su clima benigno que, a diferencia de otros destinos del país, permite ser disfrutado en cualquier época del año. Tan solo en Ticino es posible pasear junto a un lago flanqueado por palmeras, degustar una amplia variedad de deliciosas comidas y postres italianos o pasar una refrescante jornada chapoteando en algunos de los bellos ríos que moldean los apartados valles de Maggia, Verzasca, Centovalli o Leventina; guardianes de las tradiciones de la región.
En torno a sus lagos principales, el Maggiore (el punto más bajo de Suiza) y el de Lugano, ambos compartidos con Italia, se arremolinan las poblaciones más importantes; el mejor campo base para descubrir una región repleta de alicientes. Un territorio de contrastes en el que tan pronto podemos elevarnos a las alturas de sus atalayas más accesibles, como el Monte Generoso, Cimetta o el Monte Tamaro, como descubrir yacimientos paleontológicos, darnos un baño bajo una impresionante cascada, deslizarnos por enormes toboganes o navegar hasta una isla paradisíaca en mitad de un lago.
[Guía] Suiza en familia: 300 ideas para viajar con niños
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Alojamiento en Suiza
Una propuesta para alojaros en Suiza con niños son los Apartamentos Wässerfällhusli, en Lauterbrunnen, un coqueto apartamento situado en el centro de la población con unas vistas excepcionales a una de las cascadas más impresionantes de la zona, o el Hotel Silverhorn junto a la estación del tren y de los principales remontes. Otra opción interesante si viajas en familia es una habitación familiar en un hostel como el Valley Hostel, donde poder disfrutar de las zonas comunes. Para más opciones puedes buscar aquí.