Primeros auxilios en la montaña con niños

Equipo de montaña para niños

La montaña, como cualquier entorno al aire libre, lleva asociados elementos potencialmente peligrosos para los más pequeños que debemos valorar en su justa medida, evitando en todo momento alarmismos y exageraciones que puedan transmitir inseguridad a los niños. Aplicando el sentido común, las actividades al aire libre, como el senderismo o ir en bicicleta, no tienen por qué ser prácticas peligrosas. Bajo ningún concepto les perderemos de vista (cuanto más pequeños, menos desarrollado tendrán su sentido de la orientación), les ayudaremos allí donde lo necesiten y estudiaremos cada situación de forma individual. Darse media vuelta ante unas condiciones climáticas que han empeorado o porque el niño se muestre más fatigado de lo normal no se debe considerar una derrota; la prudencia es la mejor herramienta para prevenir una emergencia.

Primeros auxilios en la montaña con niños

Si bien los peligros para los niños no son muy diferentes a los que se puedan producir en otras situaciones, en montaña la dificultad de acceso, y por tanto el mayor tiempo necesario para la llegada de los servicios de emergencia, supone una gran diferencia. Prever las posibles emergencias y conocer cómo actuar en cada caso nos darán la tranquilidad para ir con garantías a la montaña. Muchos de los problemas tienen fácil solución si sabemos cómo actuar, pero pueden agravarse si no disponemos del material ni los conocimientos adecuados. Sin tener que irse a emergencias más graves, una picadura, tener un poco de hambre, sed o frío puede hacer que un niño se venga fácilmente abajo y se niegue a avanzar.

Primeros auxilios en la montaña con niños

La prevención comienza con el análisis de la ruta que vamos a realizar, proponiendo rutas acordes con la edad y las habilidades de los niños que van a participar, informando de a donde vamos a familiares o amigos, cargando completamente la batería de nuestro móvil antes de salir, contratando un seguro de accidentes, estudiando las condiciones climáticas o llevando la equipación adecuada, incluyendo ropa de abrigo, suficiente comida, abundante agua y un botiquín que nos permita atender los incidentes más frecuentes. A continuación recogemos de manera general algunas de las emergencias más habituales y la forma de actuar. No obstante recomendamos la realización de cursos de primeros auxilios, y no solo con objeto de estar más preparados en nuestras salidas a la montaña; muchos de los accidentes domésticos en los que habitualmente se ven involucrados niños podrían tener consecuencias menos graves con unos conocimientos básicos por parte de los padres o cuidadores.

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Heridas y contusiones

Las pequeñas heridas superficiales o contusiones sin importancia, provocadas por caídas o por el contacto con la vegetación, son el incidente más habitual con el que nos encontraremos yendo con niños a la montaña. Un pequeño botiquín para solventar estos pequeños accidentes ha de ir siempre en nuestra mochila.

Primeros auxilios en la montaña con niños
Primeros auxilios en la montaña con niños
Primeros auxilios en la montaña con niños
  • Heridas superficiales

Son el incidente más habitual. En heridas superficiales, presiona con una gasa esterilizada, limpia con agua y jabón, y aplica antiséptico. En heridas más graves, cambia las gasas sin retirar la primera y venda toda la extremidad.

  • Contusiones o torceduras

Aplica frío en la zona afectada (sirve el agua de un arroyo) o antiinflamatorios. Venda la articulación en caso de torcedura y si no puedes continuar reposa a la espera de la asistencia. Si la contusión es en la cabeza vigila con atención 24h.

  • Ampollas

Si está en fase inicial, cúbrela; si ya se ha formado y molesta al caminar, sigue estos pasos: aplica antiséptico, pincha con aguja estéril para vaciarla manteniendo la piel (nos protegerá frente a las infecciones) y cubre con una gasa fijada con vendas.

¿Qué hacer en caso de emergencia?

En caso de una emergencia llamaremos primero al 112. Si nuestro operador no tiene cobertura, la llamada será atendida por cualquier otro operador con cobertura, incluso sin tarjeta SIM. La persona que nos atienda nos pedirá datos sobre nuestra ubicación, el accidentado y los socorristas. ¡Importante! No des por finalizada la llamada hasta que te lo indiquen.

Hipertermia (insolación y golpes de calor)

La hipertermia ocurre cuando la temperatura corporal aumenta en exceso. Evita caminar en las horas más calurosas, mantente hidratado y presta atención a la alta humedad. Los síntomas incluyen calambres, piel pálida, fatiga, náuseas, vómitos y dolor de cabeza. En caso de sospecha de insolación, lleva a la persona a un lugar fresco, hidrátala y aplica compresas húmedas en el pecho. Si no mejora, llama a emergencias.

Primeros auxilios en la montaña con niños
Primeros auxilios en la montaña con niños
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Hipotermia

La hipotermia ocurre cuando la temperatura corporal baja de 35 °C. La mejor protección consiste en llevar una vestimenta adecuada para ambientes fríos, incluyendo siempre guantes y gorro. Con temperaturas muy bajas evitaremos detenernos durante mucho tiempo y animaremos a los más pequeños a mover deprisa manos, pies y cara para facilitar la circulación de la sangre y evitar el entumecimiento. Si hay falta de sensibilidad, descoordinación o dolor muscular, busca refugio, túmbate con las piernas levantadas, cambia la ropa si está mojada y abrígate.

Primeros auxilios en la montaña con niños
Primeros auxilios en la montaña con niños
Primeros auxilios en la montaña con niños

Plantas y frutos venenosos

La naturaleza está llena de objetos como semillas, frutos o setas, cuyos colores pueden resultar muy atractivos a los niños y cuya ingesta es especialmente nociva para su organismo. Debemos asegurarnos que los más pequeños no se lleven nada a la boca y advertiremos a los mayores de tres años del peligro que supone comer frutos, setas o semillas desconocidas. Un niño puede confundir fácilmente un fruto con otro, por lo que incluso en el caso de alimentos que sepamos que son comestibles (moras, almezas, madroños…) les advertiremos de la necesidad de que los mayores los revisen antes de que los ingieran. Los síntomas generales al ingerir un fruto o planta no apta para su consumo son dolor de estómago, vómitos, diarrea, mareo y/o dolor de cabeza. Ante esta situación llamaremos a emergencias, le provocaremos el vómito y recogeremos lo que haya ingerido para poder llevarlo al hospital para su análisis. 

Primeros auxilios en la montaña con niños
Primeros auxilios en la montaña con niños
Primeros auxilios en la montaña con niños

Beber en la montaña

Por defecto desconfía siempre del agua que encuentres en la naturaleza. A pesar de que su aspecto sugiera lo contrario, el agua en las montañas puede estar, especialmente cerca de poblaciones, contaminada por fertilizantes o restos de orines y heces de animales. Las bacterias y parásitos presentes en el agua pueden provocarnos infecciones, diarreas o disentería, entre otras enfermedades. Si por algún motivo tenemos que recurrir al agua presente en la naturaleza, acudiremos en primer lugar a fuentes o manantiales cuyas aguas broten del subsuelo (en la mayoría de casos estas fuentes se encuentran canalizadas y son empleadas por los habitantes de la zona). Si no es posible la recogeremos allí donde esté en movimiento, asegurándonos de que sea totalmente transparente y sin impurezas, y si podemos la herviremos o le añadiremos pastillas potabilizadoras según las indicaciones del fabricante.

Primeros auxilios en la montaña con niños
Primeros auxilios en la montaña con niños
Primeros auxilios en la montaña con niños

El mal de las grandes alturas

La altitud máxima de una ruta es esencial al planificar una excursión. Conforme aumenta la altitud se incrementan los efectos del mal de altura debido a la disminución de la presión atmosférica. A partir de los 2.500 m, algunas personas pueden experimentar síntomas leves, pero el riesgo se incrementa a altitudes mayores. Para prevenir el mal de altura, es crucial ascender gradualmente, aclimatarse al cambio de altitud y mantenerse bien hidratado. Si se experimentan fuertes mareos, dolor de cabeza o fatiga extrema, la solución es descender a altitudes más bajas lo antes posible. 

Texto extraído de nuestras guías de excursiones con niños [ver guías]:

Material recomendado

Para realizar excursiones con niños es importante prestar atención a la equipación de montaña que llevamos, ya que de ella depende gran parte del éxito de un buen día en la naturaleza. A continuación os mostramos el material que puede servir de guía para vuestras aventuras familiares:

Material recomendado para excursiones con niños
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