Cómo elegir la mejor mochila portabebés
Si estamos acostumbrados a hacer excursiones a la montaña, al nacer nuestros hijos podemos continuar con estas actividades, tan solo tenemos que adaptarlas a la nueva situación. Nos daremos cuenta en seguida como el tener hijos, lejos de suponer un parón en nuestras salidas al campo, nos permitirá disfrutar de las excursiones desde otro punto de vista.
Pero para ello debemos añadir a nuestro material de montaña un nuevo complemento, la mochila portabebés en sus distintas modalidades. Desde el nacimiento del bebé existen dispositivos portabebés tipo canguro para poder portearlo cómodamente, y que de ese modo pueda ir familiarizándose con el entorno: olores, espacio, sonidos, viento… El bebé irá acostumbrándose a los nuevos estímulos que le rodean, al mismo tiempo que nosotros iremos descubriendo las múltiples posibilidades que ofrece la naturaleza vista a otro ritmo.
Será aproximadamente a partir de los 6 meses, cuando el niño comience a aguantar bien la cabeza y mantenga la espalda recta, cuando podemos comenzar a utilizar las mochilas portabebés. Os dejamos a continuación una selección de las mejores mochilas portabebés de montaña y varios lugares donde poder alquilarlas. Con ellas ganaremos en autonomía y libertad para disfrutar la montaña con los más peques de la casa.
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Comodidad, protección y peso
Elegir una buena mochila portabebés que se adapte a nuestras necesidades es esencial para la comodidad tanto del porteador como del niño. Durante los primeros meses de vida, hasta que el niño mantenga por sí mismo bien recta la espalda y el cuello, es recomendable el empleo de mochilas o pañuelos tipo canguro con las que podremos comenzar a explorar con calma la naturaleza manteniendo una correcta ergonomía.
A medida que el niño va creciendo y ganando en movilidad, en especial si vamos a transitar por terrenos de montaña y cierto desnivel tanto en subida como en bajada, el empleo de una mochila portabebés de senderismo resultará más adecuado. El mayor control de nuestro centro de gravedad, el mejor reparto del peso al porteador en una actividad que requiere de un esfuerzo aeróbico importante o la protección del menor frente a ramas, los rayos del sol o la lluvia, nos permitirá una mayor autonomía hasta que llegue el momento en el que el niño pueda realizar las rutas por sí mismo.
En el mercado existe una gran variedad de mochilas portabebés y la decisión final dependerá en gran medida del uso que tengamos previsto darle y de nuestro presupuesto. Algunas características que deberemos tener presentes al adquirir una mochila portabebés son:
Un reposacabezas cómodo. El niño va a pasar muchas horas sentado y lo más normal es que acabe dormido. Hemos de asegurar que se encuentra en una posición cómoda para que no tenga molestias al despertar. Podemos sustituir este elemento con la ayuda de mantas o suéters, pero algunas mochilas ya llevan incorporado este complemento para una mayor comodidad.
Variedad de compartimentos. Son de gran practicidad para poder acceder más fácilmente a toallitas, crema, comida… que podemos necesitarlas rápidamente en cualquier momento. Con un único compartimento, aunque tenga gran capacidad, perderemos mucho tiempo intentando encontrar lo que buscamos.
Una buena protección contra la lluvia que al mismo tiempo sirva de protección solar. Suelen ser también complementos a la mochila, adaptados a la misma para poder quitarlos o ponerlos según necesidad. Aunque no pretendamos andar bajo la lluvia, es importante contar siempre con esta protección que sirve para proteger al niño tanto del sol o como del viento o una pequeña llovizna imprevista.
Sujeción firme al suelo. Hay que mirar que la mochila se pueda apoyar en el suelo sin necesidad de sacar al niño, pues muchas veces únicamente hacemos una pequeña parada o bien en el momento de parar el niño está dormido, por lo que es importante que se pueda quedar en la mochila y ésta se mantenga firme y en equilibrio ante cualquier movimiento del niño.
Tiras ajustables. Tanto para que se acoplen bien a las caderas del porteador como para sujetar bien al niño en la propia mochila. Además de la posibilidad de ajustarse, hay que mirar también las protecciones que llevan. Según el uso que le demos a la mochila, podemos pasar mucho tiempo con ella a cuestas y es fundamental que nos moleste en el cuerpo lo menos posible.
Peso. Es un tema importante a tener en cuenta, pues conforme el niño se hace mayor y su peso aumenta, es cada vez más costoso llevarlo a la espalda. Cualquier peso extra cuenta, por lo que la ligereza que pueda ofrecer la propia mochila es un factor que nunca hay que despreciar.
Consejos a la hora de usar una mochila portabebés
Independientemente a la mochila elegida, deberemos tener en cuenta los siguientes aspectos cuando porteemos a los niños:
a) A diferencia de nosotros, el niño permanecerá inmóvil, por lo que no podemos equiparar su necesidad de abrigo con la nuestra, ya que nosotros al realizar ejercicio estaremos produciendo calor. El niño en la mochila portabebés deberá ir más abrigado de lo que vayamos nosotros.
b) Con el ajetreo de la mochila es habitual que los niños acaben dormidos con la cabeza apoyada en cualquier lado. Es aconsejable llevar pañuelos o toallas para acomodarlo en cualquier situación. Llevar imperdibles o pinzas también puede ser muy útil para fijar los pañuelos, o utilizarlos para protegerles del sol cuando el toldo se muestre inservible.
c) Es recomendable que en terrenos con una mayor inclinación, y especialmente en las bajadas, el porteador haga uso de bastones para ayudar a mantener el equilibrio o para evitar posibles resbalones.
d) Haremos paradas cada 1,5-2 h como máximo y sacaremos al niño de la mochila para que descanse y cambie de posición.
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10 Comments
Rafa septiembre 21, 2015 - 10:22
Lo siento ,pero estas mochilas estan hechas para disfrute de los padres,la excusa de que son para que los bebes disfruten del monte,me da que no es asi,mis hijas no se acuerdan de donde han estado con menos de dos años.Estan bien para paseos cortos,pero no para realizar grandes rutas como viene en la publicidad de muchas de ellas,parece qwue estan hechas para decir que nuestros hijos conpocos años han estado en tal cima o en tal sitio.
WildKids septiembre 22, 2015 - 19:41 – In reply to: Rafa
Hola Rafa, nadie ha hablado de hacer grandes rutas y tampoco se de que publicidad hablas. En cualquier caso como cualquier objeto, el uso depende del usuario, afirmar que las mochilas portabebés solo se pueden usar para fanfarronear o para el egoísmo de los padres parece un poco atrevido. Las mochilas están hechas para portear a los niños, y su uso de forma adecuada, permite tanto a padres como a hijos acercase y descubrir la naturaleza en una fase importantísima del aprendizaje como es de 1 a 3 años.
david marzo 15, 2016 - 09:35 – In reply to: WildKids
Totalmente de acuerdo. Si te adaptas a lo que el niño pida o aguante y lo aceptas, todos salen ganando. Es la única forma de acercarles a sitios que sería imposible llegar (de forma segura) con ellos andando o en sillita y no solo hablo de cimas o altas cumbres y travesías. El mismo circo de Troumouse (en el que tenéis una ruta en esta página) se puede visitar en poco tiempo de caminata y para los niños es fascinante la cantidad de animales y montañas que ven. Aunque no se acuerden cuando son más mayores, esa experiencia vital en familia no se la quita nadie. Yo tengo dos niños, de 6 y 3 años y solo hay que verles andar por la montaña para darse cuenta de lo que les gusta y estoy convencido de que gran parte es por que la han vivido desde que nacieron desde la seguridad y alegría de mi espalda. Eso sí, igual mi espalda no está tan contenta, jeje.
aa mayo 10, 2016 - 21:10
Rafa eres mu tonto!
Karina Andrade mayo 27, 2016 - 14:26
Por supuesto que no recuerdan, pero no hay aprendizaje mas completo que estar cerca de las texturas olores y sonidos de la naturaleza.
Oihana agosto 30, 2018 - 13:41
Buenas! Me gustaría añadir algo; el hecho de que cuando somos adultos no recordemos todo con pelos y señales no quiere decir que nuestro cuerpo no lo recuerde y por tanto no nos hayamos nutrido de eso. En mi opinión está muy extendida la creencia de que los niñxs no recuerdan , quizá porque a veces lo necesitamos para sobrevivir a la vorágine de la crianza. Nos facilita pensar que no se acordarán de cada pinchazo, de cada vez que no les hemos cogido en brazos…nos quita culpa. Yo en cambio pienso que lejos de no acordarse más bien se impregnan de todo. El primer año de vida de un bebé es increiblemente asombroso, el gran desarrollo que se produce a nivel neuronal, anatómico y fisiológico en general nunca más se vuelve a repetir, por ello, cada experiencia cuenta, cada sensación, cada instante. Asi que dejemos de tratar a los pekes como si de otra especie se tratasen y démosles lo mejor de nosotros. Desde el amor todo es comprensible. Disfrutemos cada unx a nuestra manera, y respetemos las diferentes formas de criar.
Patricia abril 07, 2019 - 11:08
Buenas, acabamos de ser papas y estamos buscando una mochila para empezar este versno las salidas ( el bebe ya tendra 6 meses) pero estoy confusa porque las mochilas de «ciudad» son ergonomicas pero en las de montaña no dice nada. Tambien son ergonomicas? Debo comprarme una ergonomica o una de montaña? Las xaminas al principio seran de una hora mas o menos pero con el tiempor se ampliaran. Gracias
WildKids abril 08, 2019 - 08:59 – In reply to: Patricia
Hola Patricia, todas las mochilas tienen un diseño ergonómico, aunque por supuesto las mochilas tipo canguro (no se si a esto te refieres con mochilas de “ciudad”) tienen mejores prestaciones en este sentido, aunque por contra no son funcionales para avanzar sobre terrenos montañosos.
Noèlia julio 31, 2019 - 23:41 – In reply to: WildKids
Des de el desconocimiento, ¿podrías aclarar, por favor, un poco más el porqué entonces se pierde funcionalidad con las mochilas canguro por terrenos montañosos? Gracias!
Estamos investigando para adquirir una mochila para cuando viajamos, para que el niño gane en comodidad en comparación con las mochilas de porteo que usamos para el día a día. Entonces la idea seria usarla alternando que el camine al conocer ciudades,para no depender en todo momento de un cochecito si los accesos no lo permiten o para que el pueda dormir y descansar en momentos puntuales y siestas, dandonos más libertad a nosotros en cuanto a la dependencia de carrito, etc, pero no se descarta el usarla en excursiones también en entornos más rurales, por eso agradecería si nos pudierais aclarar las diferencias de funcionalidad entre la opción tipo canguro y las de excursión, o hacernos alguna recomendación al respecto.
Por si las mediadas del niño también orientan, ahora debe estar en unos 15kg aprox, tiene 2 años y medio (para tener en cuenta la necesidad de movimiento que lo acompaña) y mide unos 92cm.
Nosotros como citerios habíamos pensando priorizar, comodidad tanto para el como para el/la cargador/a, protecciones de sol y lluvia, reposapies y peso de la mochila, que al ser el ya grande de por sí nos conviene ligera al máximo combinando estos básicos.
Gracias por adelantado! Me está pareciendo super útil vuestra página!
WildKids agosto 01, 2019 - 07:05 – In reply to: Noèlia
Hola Noelia, si el objetivo es andar por la ciudad o realizar sencillas caminatas las mochilas tipo canguro son sin duda la mejor opción, y la única para portearlo durante los primeros meses de vida. En cambio si pretendemos andar por terrenos montañosos y con cierto desnivel, desde nuestra experiencia ciertos aspectos de las mochilas tipo canguro comienzan a no ser tan funcionales, especialmente cuando los niños más se hacen más grandes y ganan en movimiento. Al avanzar por terrenos irregulares y con pendiente, especialmente en bajadas, las mochilas de montaña ofrecen un mejor control de nuestro centro de gravedad, esencial para evitar posibles caídas, además en caso de posible caída del porteador, el niño se encuentra mucho más protegido. Por otro lado permiten además un mejor reparto del peso al porteador en una actividad que a priori requiere de este de un esfuerzo aeróbico importante, además de evitar transferir nuestro sudor al niño. Y como bien dices, permite también que el niño, si ya es más mayor, tenga mayor libertad de movimientos y pueda estar fácilmente protegido del sol y la lluvia. También por supuesto tiene sus contras; para viajar estas mochilas pueden resultar muy voluminosas y las prestaciones cuando el niño descansa no son tan buenas como en una mochila tipo canguro. Todo depende del uso que le vayas a dar.
Espero que nuestro comentario te haya servido y no te haya liado más 😉