Todo lo que necesitas saber para dormir en la montaña con niños

Dormir en la montaña, lejos de casa, es lo que convierte una excursión en una gran aventura. Al esconderse el sol, la montaña se transforma por completo. La falta de luz provoca que el resto de nuestros sentidos tengan que trabajar a pleno rendimiento para sustituir a nuestra vista; los mil sonidos de la naturaleza junto a las formas y sombras que nos rodean pueden crear un lugar fascinante para los más pequeños

Explorar nuestro entorno más inmediato con una linterna o bajo la luz de la Luna mientras jugamos a identificar los sonidos y su procedencia, al mismo tiempo que avanzamos con la ayuda del tacto, es una experiencia sensorial intensa que ahondará en la confianza e independencia de los niños. Ver los colores al anochecer o sentir el frescor y los olores del amanecer hacen que dormir en plena naturaleza sea algo especial para los niños. Pero sin duda el momento más mágico de todos es poder contemplar el firmamento en todo su esplendor sin la interferencia de la contaminación lumínica tan común en nuestras ciudades. Contemplar las estrellas, buscar constelaciones o imaginar historias con nuestros hijos es una experiencia única que no deberíamos perdernos.

Acampar en la montaña

Los más aventureros, acostumbrados a dormir en refugios o tiendas de campaña, pueden probar durante los meses de verano a realizar un vivac, que es el nombre con el que se conoce a la acampada improvisada en montaña. Dormir bajo un techo de estrellas, a cubierto en una tienda de campaña o tan solo con un aislante y un buen saco de dormir, es una experiencia que deja huella. Contemplar las Lágrimas de San Lorenzo a mediados de agosto rodeados de naturaleza, es algo que difícilmente olvidarán nuestros hijos. El solo hecho de montar el campamento es algo fascinante para un niño, por lo que es importante hacerles partícipes de todo el proceso.

Buscaremos un lugar protegido del viento, seco, llano y compacto, evitando las orillas de ríos o zonas inundables. Levantaremos la tienda al anochecer orientada al este para recibir los primeros rayos del sol y la desmontaremos al amanecer, y una vez nos marchemos dejaremos todo tal y como lo encontramos. Es importante informarse cuáles son los permisos para acampar en la montaña ya que varían dependiendo de la zona en que nos encontremos. Es esencial contar con un buen equipo para acampar en la montaña con niños. Os dejamos un listado básico del material necesario:

• Tienda de campaña

A la hora de elegir una tienda de campaña para ir a la montaña debemos asegurarnos de que sea resistente al viento y la lluvia, además de compacta y muy ligera (un máximo de 1 kg por plaza). Cuando no sea necesario transportarla en la mochila, como en un camping, podremos aumentar su peso a cambio de mayor espacio y comodidad. Un amplio avance delante del acceso es especialmente práctico para guardar las cosas. Una lona impermeable también nos puede ser de mucha ayuda. Sirve para aislar el suelo de la tienda, pero también para protegernos de la lluvia o montar un refugio improvisado para vivaquear. Os dejamos algunas opciones de tiendas de campaña recomendadas especialmente por su ligereza:

• Sacos de dormir

Incluso en verano, debemos tener en cuenta que las noches pueden ser más frías de lo esperado. Los sacos de dormir con forma de momia ofrecen un mejor aislamiento térmico, mientras que los rectangulares dan mayor libertad de movimiento. Si vas a dormir al raso necesitarás además una funda de vivac para protegerte de la humedad y el viento. Con mucho frío unas pantuflas térmicas para los pies marcarán la diferencia. 

• Esterilla

No solo proporciona comodidad para dormir, sino que también nos aísla del frío y la humedad del suelo. Las esterillas pueden ser de espuma, que son ligeras y resistentes pero voluminosas, o hinchables, que son más confortables y compactas aunque más delicadas. Una almohada hinchable, que ocupa y pesa muy poco, también ha de estar presente en la mochila para realizar una acampada con niños.

• Utensilios de cocina

Con un hornillo conectado a un cartucho de gas podremos preparar la comida, derretir el hielo o calentar el agua para hacernos una sopa o una comida deshidratada. No te olvides llevar un parabrisas plegable, ocupan poco y evitará que el viento apague el fuego. El resto de utensilios de cocina conviene que sean plegables y de poco peso. En el mercado encontrarás muchos modelos de vasos, ollas e incluso sartenes plegables. ¡Y no olvidar las cerillas o el mechero!

Albergues / Refugios de montaña

Cuando el tiempo no es el mejor para acampar, o simplemente queremos viajar ligeros y disfrutar de más comodidades, los albergues y refugios de montaña son el mejor lugar para resguardarse. Están estratégicamente ubicados para alojar a los montañeros durante travesías o ascensiones que requieren más de un día de caminata desde el último punto habitado. Algunos son básicos, sin servicios ni personal, mientras que otros están guardados y equipados con baños, cocina y literas compartidas (¡llévate tapones!). En todos, la colaboración y el respeto mutuo son fundamentales. Después de un día en la montaña, compartir cena y anécdotas con otros montañeros bajo un techo, o ver el sol ocultarse detrás de las montañas, es una experiencia de lo más gratificante.

Existe una variada oferta de albergues, en algunos además de alojamiento, se ofrecen comidas y actividades especialmente enfocadas para familias. Muchos de ellos abren en determinadas épocas del año o bajo una solicitud especial, por lo que es aconsejable informarse y reservar con anterioridad. Existen también refugios libres, pequeñas casetas que podemos usar sin reserva previa, y que hemos de cuidar y respetar y dejar en las mismas condiciones en que nos las hemos encontrado.

Texto extraído de nuestras guías de excursiones con niños [ver guías]:

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