Excursión con niños al hayedo encantado de Urbasa

A caballo entre la Navarra media y los valles pirenaicos, el límite septentrional de la sierra de Urbasa oculta algunos de los parajes más fascinantes del Parque Natural de Urbasa-Andía, como el hayedo encantado en el que nos vamos a sumergir. Un rincón mágico para descubrir en familia incluido en nuestra guía de «Rutas con niños en el Pirineo navarro» que, a través de antiguas majadas, laberínticos roquedos y hayedos encantados, nos permite seguir los ancestrales pasos de pastores, carboneros y madereros. 

A partir de
4-5 años

Dificultad
Media

Distancia
6,5 km

Desnivel
250+

Recorrido
Lineal

Altitud máx.
1.115 m

Cómo llegar

El Parque Natural de Urbasa-Andía es accesible tanto desde el norte por el Corredor del Arakil, como desde el sur desde Tierra Estella. La excursión comienza en el aparcamiento de Morterutxo, a 500 m del Centro de Información del Parque, cerca del km. 31 de la carretera NA-718 que une Estella / Lizarra con Olatzi.

Descripción

Tomando en dirección norte la traza del Sendero adaptado de Morterutxo, un agradable recorrido circular de 850 m de longitud, ideal como excursión alternativa para los más pequeños, comenzaremos a avanzar entre hayas, arces y pequeños pastizales, descubriendo a nuestro paso las huellas de los hombres que durante siglos trabajaron y habitaron estas tierras: una antigua vía ferroviaria utilizada para la extracción de la madera, túmulos megalíticos, una antigua cantera o una vieja txabola de pastores.

Siguiendo en un primer momento los postes de color verde y rojo abandonaremos el sendero adaptado, que podremos completar a la vuelta, y enlazaremos con el Camino de Gazbidea o de las vagonetas, utilizado tiempo atrás para extraer la madera con la que se elaboraban las traviesas de las vías del tren. Sin apenas desnivel avanzaremos por un amplio y agradable carretil bajo la fresca protección del hayedo, alternando pequeños prados que invitan al descanso y al juego, hasta encontrar a nuestra izquierda la reproducción de un Lantegi o refugio de carboneros.

Esta sencilla construcción, elaborada con troncos y cubierta vegetal, servía de vivienda a los carboneros durante meses mientras trabajaban en la obtención del carbón vegetal, un material muy apreciado en los hogares y las industrias antes de la aparición de la electricidad.

En el Lantegi dejaremos a nuestra derecha la senda que sigue el Itinerario de los pastores para continuar recto por el amplio camino indicado ahora únicamente con marcas de color verde. Unos pocos metros más adelante encontraremos un nuevo claro tras el que comenzaremos el ascenso por la cara sur de la sierra, por la que iremos ganando altura de forma continua pero moderada a través del Hayedo Zuzorkil y Mandaberardia.

Por un precioso bosque con esbeltos ejemplares que superan los 20 m de altura nos iremos sumergiendo poco a poco en un mundo de fábula al que finalmente accederemos tras superar una cancela, la puerta al Hayedo encantado: un auténtico paisaje de cuento de hadas que invita a ser explorado. A ambos lados del camino, entre grandes bloques de roca caliza recubiertos de musgo y a la sombra de las hayas, iremos descubriendo, con un poco de imaginación, todo tipo de esculturas naturales de formas sorprendentes, esculpidas durante milenios con paciencia por la acción del agua sobre el roquedo.

Tras perdernos entre el laberinto de rocas y hayas, la ruta aún nos tiene reservada una última sorpresa. Siguiendo el camino, ahora convertido en senda, emergeremos del bosque para alcanzar, a los pocos metros, el suave Portillo de Alsasua. Situado a 1.115 m de altitud, desde el collado podremos contemplar una panorámica soberbia sobre el Corredor del Arakil custodiado al este por San Donato / Beriain, al norte por la Sierra de Aralar y al oeste por la Sierra de Aitzgorri. El regreso lo realizaremos por el mismo camino.

Aquellos más avezados tienen la opción de completar una ruta circular (6 km, 225 +) prolongando su recorrido hacia el oeste a lo largo de la cresta de la montaña. Siguiendo con atención las escasas marcas blancas y amarillas en un sendero apenas visible, nos adentraremos inicialmente en una zona rocosa para después sumergirnos en un increíble hayedo salpicado de gigantescos bolos y hoyos cársticos. El laberíntico recorrido en el que deberemos poner a prueba nuestras habilidades de orientación finalmente nos llevará hasta la Cruz de Bargagain, erguida sobre una pequeña cota rocosa a 1.153 m con espléndidas vistas del entorno circundante.

Desde la cruz, continuando ahora por una amplia loma, no tardaremos en localizar un cruce de caminos no señalizado que deberemos tomar hacia la izquierda para iniciar un decidido descenso al cobijo del hayedo. Cerca del final pasaremos junto a la Haya de la Sima, protegida por un murete, antes de enlazar el sendero adaptado de Morterutxo donde iniciamos la ruta.

Mapa del hayedo encantado

Nota: Las edades propuestas en cada ruta están basadas en la distancia, el desnivel y la dificultad (baja, media o alta) que el terreno tiene para un niño. La capacidad psicomotriz puede variar notablemente de un niño a otro, por lo que hay que entender estas recomendaciones como una referencia. Serán las capacidades de cada niño las que marquen en último lugar la idoneidad de una ruta.

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