Excursión con niños a la ermita de Sant Mateu

Una excursión circular que nos descubrirá algunos de los rincones más bellos del Parque Natural de la Cordillera Litoral, entre el Maresme y el Vallés Oriental, donde podremos visitar la ermita de Sant Mateu, beber agua de fuentes naturales, contemplar la ciudad de Barcelona desde el mirador de la Cornisa, ver grandes casas solariegas o seguir parte del GR-92. Ruta incluida en la guía de «Rutes amb nens a prop de Barcelona».

Cómo llegar

Viniendo por la C-32, salimos a la salida 86 (Alella) y tomamos la carretera BP-5002 dirección Alella. Atravesado el pueblo, nos desviamos a la derecha por la avenida de Sant Mateu hasta la pista de tierra “Camino de la Cornisa”, que seguiremos hasta el punto de inicio de la ruta.

Descripción

Iniciamos la ruta desde la pista principal, en el cruce de donde sale un camino hacia la izquierda con la indicación del restaurante Can Gurguí. Seguimos por la pista principal subiendo la subida y en unos 30 metros encontraremos, a la izquierda, una señal blanca y roja, del GR-92, que nos indica el sendero que tomaremos. Este sendero es estrecho y en algunos tramos está fuertemente erosionado por las riadas características de esta zona, así que transitaremos por pequeños cañones entre densa vegetación que darán la sensación de ir caminando por dentro de un túnel, dándole a la excursión un toque de aventura. Después de un rato zigzagueando por el sendero, llegaremos a un punto donde la vegetación se abre un poco a nuestra izquierda y nos permite tener una vista de la Plana del Vallés y distinguir el Montseny, Montserrat y el Macizo de Sant Llorenç de Munt coronado por la Mola. Si el día está muy claro, incluso podremos ver las cimas más altas del Pirineo al fondo.

Seguiremos subiendo por el sendero y nos encontraremos una pequeña masía a nuestra izquierda, Can Gallemí. Esta zona es conocida como la Plana de Sant Mateu, un paraje con mucho encanto, en lo alto de la montaña de Sant Mateu. Unos metros más adelante, nos encontramos con el imponente recinto de la Masía de Can Riera, ahora transformado en una hípica y aula rural, donde podremos ver caballos, cabras e incluso avestruces.

Seguiremos por esta pista, dejando atrás la Masía de Can Riera y el llano de Sant Mateu. Unos metros más adelante llegaremos a un punto en el que sale un desvío a la derecha, con la señal del GR-92; no lo tomaremos y continuaremos por la pista por la que íbamos, unos 150 m más, entre viñedos y la hípica, hasta llegar a la Fuente de Sant Mateu. Este manantial está en un paraje muy tranquilo, rodeado de árboles imponentes. De la fuente mana agua prácticamente todo el año, aunque en verano sólo sale un pequeño chorrito. Frente a la fuente encontramos una balsa donde es frecuente detectar sapos, ranas y renacuajos. Desde la fuente, volvemos a la pista por donde hemos llegado y allí veremos que sale un pequeño sendero hacia arriba, marcado con la señal de GR-92. Lo tomaremos y al cabo de unos 150 metros llegaremos a la Ermita de Sant Mateu.

La pequeña ermita de Sant Mateu es de estilo románico y la primera documentación que hace referencia es del siglo X. Los fines de semana, la encontraremos abierta y, podremos entrar, escuchar el silencio e incluso tocar la campana. Justo delante de la ermita, una imponente encina, de las más altas y viejas del parque, custodia la entrada al santuario.

Seguiremos la pista que bordea la plana de Sant Mateu, ahora con la Masía de Can Riera al fondo, y pasados ​​unos 150 m, a la izquierda, después de un cercado de la hípica, sale un pequeño sendero que nos llevará, en un par de minutos, a lo más alto de la montaña, la Cumbre de Sant Mateu, de 499 metros. Volvemos a la pista principal y seguimos otros 150 metros hasta encontrar un desvío a la izquierda, con un mojón que marca el sendero local SL-C 112 con una línea blanca y una verde. Cogemos este desvío, de bajada hacia la izquierda, y nos llevará en menos de 5 minutos a una pista de tierra ancha por la que transitan vehículos, bicicletas y personas; es la pista cumbrera, eje principal de circulación que atraviesa longitudinalmente el Parque. Cogeremos esta pista hacia la derecha y con ligera bajada, que será la que nos llevará al punto inicial de la ruta, en menos de 1,5 kilómetros. Pasados ​​unos 250 metros, nos encontraremos a nuestra izquierda el Mirador de la Cornisa, obligada parada para contemplar las vistas del bajo Maresme, el mar Mediterráneo, Barcelona al fondo, la Cordillera de Marina, Montserrat y la Mola. Todo un gozo por los sentidos. Ahora ya sólo nos queda seguir bajando por la pista principal, disfrutando de las vistas, unos 15 minutos más para volver al punto de inicio.

Mapa de la ermita de Sant Mateu

Nota: La capacidad psicomotriz de cada niño puede variar notablemente de uno a otro, por lo que hay que entender las edades propuestas en esta ruta como una referencia.

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