Excursión con niños al castañar de las Huertas

El agradable y poco transitado paseo circular por el castañar de las Huertas, incluido en nuestra guía de «Rutas con niños en Guadarrama y Gredos», parte de Cuevas del Valle, en el Barranco de las Cinco Villas, y recorre, a la fresca sombra de castaños centenarios cultivados por el hombre, la colorida garganta del Puerto del Pico antes de regresar al punto de partida siguiendo las huellas de los romanos. Un exuberante jardín en el que los intensos verdes de la primavera o los tonos rojizos del otoño se combinan con el blanco de la nieve que cubre en invierno la omnipresente cima del Torozo, creando una de las estampas más sugerentes del valle del Tiétar.

Cómo llegar

Tomando la carretera N-502 que une Ávila con Talavera de la Reina, llegaremos al pueblo de Cuevas del Valle, situado al sur del puerto del Pico. Junto a la carretera encontraremos la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora y la plaza de la Constitución, desde donde comenzaremos el recorrido.

Descripción

Con inicio en la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, comenzaremos la excursión recorriendo las bellas calles empedradas de la villa medieval de Cuevas del Valle, la más elevada de cuantas componen el Barranco de las Cinco Villas. Cruzando nada más comenzar el río Pasaderas, cuyas aguas nos acompañarán en gran parte del recorrido, continuaremos por la calle del Río para, un poco más adelante, girar por la calle de las Escuelas y llegar a la calle de la Calzada Romana, donde se inicia la Senda del Castañar de las Huertas.

Entre muros de piedra nos adentraremos en un espeso y sombrío bosque, dejando a nuestra derecha las últimas casas del pueblo y una presa que retiene en este punto las aguas del río Pasaderas creando una pequeña zona de baños. No deberemos avanzar mucho para, en suave ascenso, enlazar una cómoda pista forestal. Nosotros continuaremos hacia la derecha y, ya sin la protección del bosque, ganaremos vistas sobre las imponentes paredes verticales de la cara sur de El Torozo [2.022 m] y el Puerto del Pico. Deberemos prestar atención en este punto para, a la altura de un gran castaño aislado, abandonar la pista que a los pocos metros finaliza en un campo de cultivo y tomar una senda empedrada a nuestra izquierda que se adentra en los bellos castañares que salpican las laderas de la garganta.

Avanzando una vez más entre los muros de mampostería que delimitan los huertos de castaños, a través de un sotobosque dominado por los helechos y las zarzas, continuaremos remontando el valle por un sombreado camino que, dependiendo de la época, es posible que encontremos anegado por el agua. Un agua que, como una gran esponja, retiene los prados del castañar y llena de vida la Garganta del Puerto del Pico.

Guiados por las exiguas marcas amarillas con un punto rojo que nos marcan el camino, enlazaremos con una nueva pista forestal para abandonar una vez más el bosque, siempre con el omnipresente Torozo en el horizonte. Un sencillo paseo que nos llevará hasta las inmediaciones de una pequeña construcción, donde entroncaremos con un camino que deberemos cruzar para continuar recto tomando una senda ascendente. Tras una breve subida nos adentraremos en la fresca sombra de un acogedor y joven Pinar; el lugar perfecto para hacer un alto en el camino antes de comenzar el descenso de vuelta a Cuevas del Valle.

Después de enlazar con un amplio camino y abandonar el pinar, pronto llegaremos al punto más elevado de la ruta, donde continuaremos hacia la derecha para perder altura junto a nuevos huertos de castaños centenarios. Al llegar a una antigua cabaña, continuaremos la marcha por una senda que, a los pocos metros, nos llevará a vadear con precaución el Río Pasaderas, antes de comenzar a dejarnos caer junto a sus aguas en un precioso recorrido a la sombra de venerables castaños huecos con la vista puesta sobre el Valle del Tiétar.

Sin pérdida posible llegaremos a una nueva cabaña de piedra, donde atravesaremos un amplio camino para continuar recto acompañados por el rumor de las aguas de un arroyo que cruzaremos un poco más adelante con la ayuda de una pequeña Pasarela. Cerca de este punto podremos acercarnos a la orilla del arroyo, donde encontraremos un buen lugar para relajarnos. Tan solo quedará seguir descendiendo hasta llegar, en la entrada del pueblo, a la Calzada Romana Puerto del Pico. Una histórica vía de comunicación -una de las mejor conservadas de España-, que durante siglos fue paso obligado para ejércitos, rebaños trashumantes y todo tipo de comerciantes entre el valle del Tiétar y las llanuras castellanoleonesas. El punto final a este fresco y agradable recorrido a los pies del Torozo, que podremos completar con la visita a algunos de los rincones más destacados de Cuevas del Valle: la Plaza Vieja, la Calle de los Soportales o su singular plaza de toros cuadrada.

Mapa al castañar de la Huertas

Nota: La capacidad psicomotriz de cada niño puede variar notablemente de uno a otro, por lo que hay que entender las edades propuestas en esta ruta como una referencia.

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