Excursión con niños a los invernales de Dobres y Cucayo

Enclavados entre agrestes montañas surcadas por el río Frío, los singulares y aislados parajes de Dobres y Cucayo, en las tierras altas de la Vega de Liébana, parecen detenidos en el tiempo. Un mundo aparte que el hombre, con mucho esfuerzo e ingenio, ha sabido convertir en su hogar, aprovechando de forma sostenible los bosques, los pastos en altura y hasta el agua de sus ríos, y que nosotros recorreremos en una ruta incluida en nuestra guía de «Rutas con niños en los Picos de Europa».

Cómo llegar

Desde Potes tomaremos la N-621 hacia el Puerto de San Glorio para, recorridos 8 km, llegar a La Vega de Liébana y tomar la CA-894 en dirección a Bárago y Dobres. Tras 11 km llegaremos a Dobres y 800 m más adelante al barrio de Cucayo, donde finaliza la carretera. Dejaremos el vehículo a la entrada del pueblo.

Descripción

Iniciamos la excursión junto a las primeras casas del Barrio de Cucayo, donde nada más empezar encontraremos una pista hormigonada con las primeras indicaciones de la ruta. Comenzaremos a ganar altura, ignorando al poco un nuevo acceso al pueblo. Apenas tendremos que andar unos minutos para dar, tras una curva, con el acceso a los antiguos Molinos de Dobres. Una estrecha senda empedrada de 150 m nos invita a aproximarnos al Río Frío para descubrir, envuelto en una maraña de vegetación, el Molino de Abajo y el Molino de Arriba, que podremos visitar por dentro. Estos dos pequeños molinos, huellas de un pasado no tan lejano, fueron utilizados durante siglos por los vecinos de Dobres para obtener la harina.

De regreso al camino principal continuaremos avanzando hasta llegar a una construcción agrícola junto a la que se bifurca el camino. Nosotros continuaremos ascendiendo por la derecha, aunque opcionalmente podemos tomar el ramal de la izquierda que tras cruzar el río, asciende con fuerte pendiente por una pista forestal directamente al collado de Sierra Lamoa, acortando la ruta en 2 km.

Junto a los prados de siega del Llano de Lón, avanzando en todo momento por el camino principal, iremos ganando vistas sobre el valle. Pasaremos junto a una fuente y tras una nueva subida llegaremos a un característico paso entre rocas para comenzar un suave y cómodo descenso en dirección al río, alternando zonas abiertas y sombreadas. En una nueva bifurcación tomaremos el camino de la izquierda para seguir descendiendo hasta finalmente alcanzar, entre fresnos y abedules, los Invernales de Ranes, un conjunto de sencillas construcciones empleadas para guarecer al ganado del mal tiempo y que puede ser también un buen lugar para relajarnos y jugar con los más pequeños.

Junto a los invernales cruzaremos el río por el Puente de Ranes y continuaremos ascendiendo por la pista que se dirige a los Puertos del Río Frío. Al poco la abandonaremos en una curva por un camino que hacia la izquierda se adentra en un precioso y sombreado hayedo que alterna con pequeñas zonas de pasto. Con la silueta del Pico Mamozán [1.333 m] y la Peña Ginesta [1.669 m] de fondo, avanzaremos siempre por el camino principal, obviando los distintos desvíos que salen hacia nuestra derecha, hasta finalmente llegar a Las Praízas, donde encontraremos varios invernales diseminados por los pastos del collado de Sierra Lamoa. En este punto entroncaremos con la pista que hacia la derecha se dirige a la zona de pastos estivales del Puerto de Pineda, en donde con frecuencia se avistan osos pardos.

Nosotros giraremos a la izquierda para de inmediato llegar al Collado de Sierra Lamoa. Situado a 1.250 m de altitud, desde el collado obtendremos una excelente panorámica del camino recorrido por la cabecera del valle del río Frío, tras el que veremos despuntar la Peña Prieta [2.539 m], cerca del límite entre las provincias de Cantabria, León y Palencia. En el collado abandonaremos la pista que comienza a descender con fuerza por la ladera occidental del Pico Mamozán. Continuaremos recto a través de un prado hasta enlazar una senda que, junto a la base del pico, se sumerge en el barranco del Río de la Requejada, al que llegaremos tras un corto tramo pedregoso.

Envuelto en un mágico y singular hayedo comenzaremos el descenso hacia Cucayo por una deliciosa senda que, tras cruzar el río, emerge del bosque para ofrecernos una postal inmejorable de Dobres, el barrio de Cucayo y la Peña de la Hoz o de Dobres [1.386 m]. En la base de la peña descubriremos los dos túneles de la sinuosa carretera que permite salvar la encajonada garganta del río Frío, la única vía de salida de este aislado valle en el que el hombre ha conseguido adaptarse con mucho esfuerzo y tesón.

Tan solo nos restará continuar por la agradable senda camino a Cucayo que, tras enlazar con una pista y salvar una portilla, nos acerca hasta un puente que salva el río Frío y nos da acceso de nuevo a las calles del conjunto histórico rural de Cucayo.

Mapa de los invernales de Dobres

Nota: La capacidad psicomotriz de cada niño puede variar notablemente de uno a otro, por lo que hay que entender las edades propuestas en esta ruta como una referencia.

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