El pico del Nevero en Guadarrama

El Pico del Nevero es, con sus 2.209 m de altitud, la elevación más destacada de los montes Carpetanos, la cuerda montañosa que se extiende entre el macizo de Peñalara y el puerto de Somosierra. El panorámico y poco transitado recorrido hasta su cima, incluido en nuestra guía de «Rutas con niños en Guadarrama y Gredos», nos brinda una visión única de toda la sierra de Guadarrama y nos descubre las huellas de los glaciares que hace milenios se ocultaban a los pies de su rocosa cumbre granítica.

A partir de
6-7 años

Dificultad
Media

Distancia
7,5 km

Desnivel
450+

Recorrido
Circular

Altitud máx.
2.209 m

Cómo llegar

Desde la salida 69 de la autovía A1 nos incorporaremos a la M-604 en dirección a Lozoya / Rascafría, y seguiremos por ella hasta llegar al municipio de Lozoya, donde tomaremos la M-637 hacia el puerto de Navafría. Superado el km.11 encontraremos, a la izquierda de la carretera, el área recreativa de las Lagunillas.

Descripción

Con el Área Recreativa de las Lagunillas como punto de inicio, comenzaremos la ruta tomando un camino que encontraremos tras superar una puerta verde. No deberemos andar mucho hasta dar con una bifurcación que hacia la izquierda, por el camino más pisado, lleva hasta el Área Recreativa del Mirador. Nosotros, en cambio, tomaremos el sendero de la derecha que, señalizado con un gran hito, comienza a recorrer a media ladera un espeso pinar en constante pero moderada subida hasta finalmente emerger del bosque, abriéndonos unas estupendas vistas sobre el Embalse de Pinilla y todo el Valle de Lozoya que nos acompañarán el resto del recorrido.

Sin abandonar el camino cruzaremos un par de arroyos y volveremos a adentrarnos puntualmente en el bosque, donde varios pinos retorcidos por el viento y las ventiscas, nos anuncian que nos encontramos cerca de la altitud que marca el límite arbóreo. Ya sin la protección del arbolado, avanzando entre piornos y enebros, descubriremos frente a nosotros la rocosa silueta de la Peña del Cuervo, a donde llegaremos tras avanzar por una amplia vaguada que desciende desde la cuerda del Nevero. Merece la pena hacer aquí un alto en el camino para disfrutar de las espectaculares vistas sobre la Cuerda Larga coronada por las Cabezas de Hierro, el embalse de Pinilla o los extensos robledales y pinares que, desde Lozoya, cubren las laderas meridionales del valle.

De nuevo en marcha, continuaremos ascendiendo de forma constante, disfrutando en todo momento de vistas sobre el valle, donde podremos observar con claridad los cortafuegos trazados a golpe de tiralíneas y los arroyos que descienden por las vertientes. Tras cruzar el Arroyo del Hornillo, que en su parte alta alberga el Ventisquero de la Reguera con su curioso muro o balsa de nieve, pronto encontraremos un muro de piedra que sube hacia la cuerda cimera, y que nosotros cruzaremos para continuar hacia la derecha por una senda difusa por la que avanzaremos con ayuda de numerosos hitos. Con la mole pétrea de colores verdosos de la cara sur del pico del Nevero frente a nosotros, llegaremos, casi sin darnos cuenta, a su espectacular circo glaciar, donde descubriremos su secreto mejor guardado: las Lagunillas del Nevero. Una joya geológica moldeada por los glaciares que, durante el cuaternario, cubrieron de hielo estas montañas con espesores de casi 100 m. Junto a las aguas de las lagunillas, que durante el otoño y la primavera presentan su mejor aspecto, encontraremos el lugar ideal para relajarnos y disfrutar de un magnífico entorno de alta montaña antes de encarar la subida final a la cima del Nevero o, si vamos con niños más pequeños, emprender el regreso.

De nuevo en marcha, comenzaremos a rodear las lagunillas por la izquierda hasta encontrar una senda evidente que, marcada con hitos, veremos ascender entre bloques de granito en dirección a la cima. Un último esfuerzo que nos llevará finalmente al vértice geodésico del Pico del Nevero. Las vistas desde el punto más elevado de los Montes Carpetanos son soberbias, y a la panorámica sobre el valle del Lozoya y el macizo de Peñalara se le unirá, además de una sorprendente imagen aérea sobre las lagunillas, la visión de la extensa meseta segoviana hacia la que se precipita la cara norte de la sierra, mucho más suave y redondeada que la vertiente madrileña.

Con la satisfacción de la cima coronada comenzaremos a descender, en esta ocasión tomando un camino distinto al de la ida. Avanzando en un primer momento en dirección norte y siguiendo un antiguo vallado con postes verdes, continuaremos entre suaves prados donde en verano es fácil ver merodear al ganado, hasta encontrar un desvío señalizado con marcas blancas y amarillas y carteles en dirección al «Puerto de Navafría ». Dejaremos en este punto el camino que a la izquierda desciende hacia tierras segovianas y, siguiendo la cuerda del Nevero, alcanzaremos sin apenas esfuerzo el Alto del Puerto, desde el que comenzaremos a perder altura con fuerza por un cortafuegos. Poco a poco nos sumergiremos de nuevo en el pinar donde podremos tomar un sendero paralelo al que llevamos, pero mucho más cómodo al no tener piedras. Antes de llegar a las inmediaciones del Puerto de Navafría, cruzaremos una portilla para tomar un camino que, a través de un pinar tapizado de helechos, nos llevará de vuelta al área recreativa de las Lagunillas, donde iniciamos la ruta.

Mapa al pico del Nevero

Nota: Las edades propuestas en cada ruta están basadas en la distancia, el desnivel y la dificultad (baja, media o alta) que el terreno tiene para un niño. La capacidad psicomotriz puede variar notablemente de un niño a otro, por lo que hay que entender estas recomendaciones como una referencia. Serán las capacidades de cada niño las que marquen en último lugar la idoneidad de una ruta.

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