Pinar de Navarredonda

Al refugio de un magnífico bosque centenario, la senda del pinar de Navarredonda nos ofrece un sencillo y agradable paseo, incluido en nuestra guía de «Rutas con niños en Guadarrama y Gredos», por la cabecera del río Tormes, en un contrapunto perfecto a los exigentes recorridos por las cercanas cumbres rocosas de la cara norte del corazón de la sierra de Gredos. Una ruta para disfrutar de la naturaleza con calma, reconocer los olores del bosque o jugar en extensas praderas, en un entorno privilegiado testigo mudo del paso del tiempo. 

A partir de
3-4 años

Dificultad
Baja

Distancia
3 km

Desnivel
100+

Recorrido
Circular

Altitud máx.
1.590 m

Cómo llegar

Situado en el Km.10 de la carretera AV-941, a tan solo 2 km de la población abulense de Navarredonda de Gredos, el Parador Nacional de Gredos marca el punto de inicio de la excursión. Junto al Parador encontraremos una amplia zona de aparcamiento donde da comienzo la senda al pinar de Navarredonda.

Descripción

La excursión al pinar de Navarredonda comienza en el Parador de Gredos, un edificio histórico que nos sirve de excelente preludio ante el paraje que estamos a punto de recorrer. Construido en 1928 en el Alto del Risquillo, la ubicación del Parador -el primero construido en España- fue escogida por el rey Alfonso XIII, enamorado de este entorno privilegiado para el paseo y la caza; una de las grandes aficiones del monarca. La tranquilidad del paraje y las bellas vistas que desde este punto se obtienen del Valle del Tormes y la Sierra de Gredos, y que nosotros mismos podremos comprobar, tuvieron también mucho que ver en la elección del Parador de Gredos como escenario para la celebración de las reuniones en las que se acabó de fraguar la Constitución de 1978.

Para iniciar la marcha nos dirigiremos a la zona de aparcamiento contigua al Parador, donde una pequeña portilla situada junto a un panel informativo nos da acceso al magnífico Pinar de Navarredonda, citado ya en documentos del s.XV. Sin transición alguna y siguiendo en todo momento las señales blancas y amarillas del PR-AV 19, nos adentraremos en un espectacular bosque centenario de pino silvestre, que destaca por el color rojizo de sus esbeltos troncos. Una especie que se adapta a la perfección a las condiciones climáticas de la cara norte de la sierra de Gredos, en la que se combinan fríos y nivosos inviernos con estíos calurosos y secos.

En agradable descenso dejaremos a nuestra derecha un camino que regresa al Parador y un poco más adelante, en una nueva bifurcación señalizada a la que regresaremos a la vuelta, tomaremos una senda descendente a mano izquierda. A lo largo del camino encontraremos diseminados varios bancos de piedra que nos invitan a hacer un alto para escuchar, prestando un poco de atención, los sonidos del bosque: desde el cantar de las aves como el carbonero garrapinos, el piquituerto o el herrerillo que en él habitan, hasta los ruidos de los grillos, las chicharras o el crujir de los esbeltos troncos mecidos por el viento.

Siempre en continuo descenso, bajo la sombra del denso dosel forestal del pinar que, incluso en verano, propicia un ambiente fresco y húmedo, alcanzaremos una vaguada, en la que nace el manantial de la Fuente del Rey. No deberemos andar mucho para encontrar, a la izquierda del camino, el Prado de Navahondilla; una amplia zona de pastos en la que habitualmente se reúnen multitud de cabezas de ganado y que nos abre una bonita panorámica sobre la sierra de Gredos. Este puede ser un buen lugar para descansar y relajarse mientras los más pequeños corren en libertad por la pradera, que las peonías en las zonas sombrías, y los rosales silvestres y las genistas en las zonas más soleadas, llenan de color en primavera.

Siguiendo el camino principal, nada más dejar atrás la pradera, llegaremos a la Peña Histórica, un gran bolo de granito coronado por una cruz, en el que, en 1935, se urdió la insurrección militar que acabaría trágicamente desembocando en el estallido de la Guerra Civil española. Muy cerca encontraremos el pequeño Refugio de Peña Histórica y una amplia pista forestal por la que deberemos continuar hacia la derecha, en dirección a «Navarredonda». En un agradable paseo rectilíneo avanzaremos durante medio kilómetro hasta alcanzar la Fuente de la Ladera, donde podremos refrescarnos antes de encarar el tramo final.

Siguiendo la pista forestal, apenas unos metros más adelante, encontraremos un desvío señalizado a la derecha que se dirige de regreso al Parador. Por una senda cada vez más estrecha comenzaremos a ascender cómodamente, ahora entre jóvenes ejemplares de pinos y un tupido sotobosque salpicado de helechos (una de las plantas más antiguas del mundo), hasta enlazar de nuevo con el mismo camino de la ida, cerca ya del Parador de Gredos; punto y final de un delicioso paseo por un bosque con mucha historia.

Mapa al pinar de Navarredonda

Nota: Las edades propuestas en cada ruta están basadas en la distancia, el desnivel y la dificultad (baja, media o alta) que el terreno tiene para un niño. La capacidad psicomotriz puede variar notablemente de un niño a otro, por lo que hay que entender estas recomendaciones como una referencia. Serán las capacidades de cada niño las que marquen en último lugar la idoneidad de una ruta.

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