Ruta de los acantilados con niños (De cala Moraig a Cala Llebeig)

La zona costera entre el Cap Sant Antoni y la Serra Gelada tiene una de las orografías más espectaculares de toda la Comunidad Valenciana. Entre la tierra y el mar Mediterráneo se levantan imponentes acantilados donde durante siglos la fuerza del agua ha ido esculpiendo cuevas e islotes. En esta ruta exploraremos este fascinante mundo vertical, en el que las aves son las reinas, en busca de las antiguas guaridas de piratas, contrabandistas y pescadores, hasta dar con la pequeña y apartada Cala Llebeig, uno de los pocos lugares vírgenes que aún quedan en nuestras costas. Ruta incluida en nuestra guía de “Rutas con niños en la Comunidad Valenciana”.

A partir de
5-6 años

Dificultad
Alta

Distancia
4,5 km

Desnivel
200 +

Recorrido
Lineal

Altitud máx.
140 m

Cómo llegar

Tras acceder a la urbanización Cumbres del Sol desde Poble Nou de Benitatxell por la c/ Asegador, seguiremos en todo momento los carteles indicativos en dirección a la «Moraig», hasta llegar al aparcamiento del Mirador de Morres de Benitatxell.

Descripción

Iniciamos la ruta desde el aparcamiento del Mirador de les Morres de Benitatxell. Es recomendable acercase al mirador desde donde podremos contemplar el Morro Falquí hacia el Norte y los acantilados por los que avanzará nuestra ruta, con la Torre vigía del Cap d´Or de Moraira al fondo, en dirección Sur.

Desde el aparcamiento tomaremos la carretera asfaltada ascendente donde, tras avanzar 100 m, encontraremos a mano izquierda una senda señalizada como «SLV-50 Cala Llebeig». Tras superar un breve repecho, enlazaremos con un camino amplio, que tomaremos a mano izquierda, para comenzar a avanzar cómodamente junto a las paredes rocosas de los acantilados marinos del Puig Llorença a nuestra derecha y el mar Mediterráneo a la izquierda. Al inicio de la ruta podremos contemplar desde una posición privilegiada la Cala del Moraig y al fondo el Cap de la Nau en Xàbia, y descubriremos en las paredes del acantilado las curiosas formas creadas por las numerosas oquedades y cuevas producidas por la erosión y los desprendimientos.

El camino poco a poco irá estrechándose. No tardaremos en encontrar, unos metros más arriba del camino, la Cueva de les Morretes, la primera de las sencillas construcciones de piedra en seco adosadas al acantilado que nos encontraremos en esta ruta. Estos refugios eran utilizados por los pescadores y agricultores de la zona que cultivaban las pequeñas franjas de tierra entre los cortados, así como por contrabandistas que esperaban escondidos la llegada de las mercancías por el mar.

Un poco más adelante llegaremos al segundo de los refugios, la Cueva del Ti Domingo, y unos 500 m después a la Cueva de Pepet del Morret, a la sombra de un algarrobo, donde los más altos tendrán que agacharse para pasar entre unas grandes rocas desprendidas que forman un estrecho túnel.

A partir de este punto perderemos altura moderadamente hasta al fin divisar a nuestros pies la Cala Llebeig, salpicada por unas cuantas casetas de pescadores y la antigua casa de los carabineros, que tenían la misión de evitar que los contrabandistas llegaran a la costa. Accederemos a ella tras superar un fuerte descenso por un terreno suelto que representa la mayor dificultad de la ruta y donde deberemos prestar especial atención a los más pequeños. 

Si disponemos de un segundo vehículo tenemos la posibilidad de hacer más corta la ruta remontando el Barranco de la Viuda. De no ser así, reharemos nuestros pasos para finalizar la ruta en la Cala Moraig, donde además de darnos un chapuzón en el mar, podremos visitar la magnífica Cova dels Arcs y la Falla de Moraig, con la que podremos comprender mejor la formación de estos acantilados.

Mapa de cala Moraig a cala Llebeig

Nota: Las edades propuestas en cada ruta están basadas en la distancia, el desnivel y la dificultad (baja, media o alta) que el terreno tiene para un niño. La capacidad psicomotriz puede variar notablemente de un niño a otro, por lo que hay que entender estas recomendaciones como una referencia. Serán las capacidades de cada niño las que marquen en último lugar la idoneidad de una ruta.

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Alojamiento con niños

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