Suiza con niños: Lauterbrunnen, el valle de las 72 cascadas

El valle de Lauterbrunnen es uno de los lugares de ensueño donde viajar a Suiza con niños. Paseando por las afables praderas, flanqueadas por paredes verticales de más de 400 m por las que se deslizan hasta 72 cascadas, no resulta complicado imaginar por qué el escritor británico J.R.R. Tolkien obtuvo de estos parajes la inspiración necesaria para crear la mítica Rivendel de “El Señor de los anillos”.

La pequeña y turística población de Lauterbrunnen es el mejor lugar para comenzar a explorar el valle, empezando por la cascada de Staubbach: un salto de agua de casi 300 m que se puede visitar en un breve paseo desde las calles del pueblo. En su base encontraremos un pequeño sendero que nos invita, a través de un pasaje en la roca, a ponernos bajo la cascada. Tan solo un primer aperitivo de las accesibles maravillas naturales que el valle ofrece, como las imponentes cascadas subterráneas de Trümmelbach o la interminable Mürrenbach.

Desde Lauterbrunnen parten también los diferentes remontes que permiten auparse a las alturas y disfrutar de una panorámica inigualable tanto del valle como de las cumbres más significativas de los Alpes berneses: la famosa trinidad compuesta por el Eiger, el Mönch y el Jungfrau. Atractivos de por sí suficientes, a los que además deberemos añadirle una completa oferta familiar con algunos de los parques infantiles de montaña más disfrutones de toda Suiza y una completa red de senderos para todas las edades. 

Qué ver y qué hacer en Lauterbrunnen

En el siguiente mapa hemos recopilado algunas de las cosas más interesantes que ver y que hacer en Lauterbrunnen si viajas con niños (o sin ellos).

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Excursiones con niños en Lauterbrunnen

• De Lauterbrunnen a Stechelberg

Este tranquilo y concurrido paseo, ideal en los días en que el tiempo en altura nos pone las cosas difíciles, recorre el valle de las 72 cascadas a través de un apacible camino que, partiendo desde las calles de Lauterbrunnen, avanza hasta la estación de Stechelberg entre prados, idílicas cabañas de montaña, campos de cultivo y por supuesto espectaculares cascadas. El recorrido sin apenas desnivel y siempre sobre buen firme se puede realizar tanto a pie como en bicicleta (también con carrito de bebé).

Al llegar a Stechelberg se puede tomar un autobús de regreso a Lauterbrunnen, con una parada opcional en las cascadas subterráneas de Trümmelbach. Desde Stechelberg parte también el teleférico que asciende a Mürren, donde podemos completar la jornada en el parque infantil de Allmendhubel o en los espectaculares miradores de Schilthorn.

Distancia
9 km

Desnivel
50 +

Recorrido
Ida y vuelta

Alt. Máxima
860 m

• De Stechelberg a Obersteinberg

Alejado del bullicio de los lugares más accesibles del valle de Lauterbrunnen, y sin necesidad de remontes ni artificios, el diminuto pueblo de Stechelberg, en la cabecera del valle, es el punto de partida de distintas rutas tematizadas que permiten adentrarse en el área protegida a los pies de los imponentes glaciares del Breithorn. La mejor opción para las familias es tomar el camino que lleva al hotel de montaña Obersteinberg. Un recorrido fácil de seguir alternando zonas boscosas y pastos alpinos que pasa por otros dos hoteles de montaña (Trachsellauenen y Tschingelhorn), permitiendo adecuar el recorrido a las necesidades de cada uno. La ruta hasta Obersteinberg es exigente en su tramo final, sin embargo las vistas compensan cualquier esfuerzo. Si se tiene la ocasión merece la pena hacer noche en el Hotel Obersteinberg.

Distancia
12 km

Desnivel
875 +

Recorrido
Ida y vuelta

Alt. Máxima
1.780 m

Actividades con niños en Lauterbrunnen

• Cascada Trümmelbach

Si la cascada Staubbach es el salto de agua más fotogénico del valle de las 72 cascadas, la Trümmelbach es la más espectacular. Se trata de un gran salto de agua en el interior de la montaña a través de una garganta labrada por el hielo de un antiguo glaciar. A través de un ascensor y mediante túneles y plataformas adaptadas, podemos acercarnos a este prodigio de la naturaleza que dejará con la boca abierta a grandes y pequeños con sus cerca de 20 m³/s de caudal. Hasta la cascada se puede llegar tanto en coche particular como en autobús desde Lauterbrunnen, e incluso a pie siguiendo el desvío señalizado en el camino a Stechelberg (consultar precios y horarios).

Mürren

Mürren, la puerta de acceso a Schilthorn, es un encantador pueblo libre de tráfico que, colgado sobre el valle de las 72 cascadas, nos ofrece una excepcional panorámica del Eiger, el Mönch y el Jungfrau. El acceso a Mürren se puede realizar bien con una combinación de telecabina y tren desde Lauterbrunnen o bien directamente en teleférico desde Stechelberg (consultar precios y horarios). Una vez en las pintorescas calles de Mürren se puede continuar ascendiendo hasta los casi tresmil metros del cinematográfico restaurante giratorio de Schilthorn o, en su lugar, tomar el breve funicular que lleva a Allmendhubel, donde los más pequeños podrán pasarse horas jugando en un espectacular parque infantil alpino con inmejorables vistas. Si se tiene tiempo merece la pena realizar el amable recorrido hasta Mürren desde Grütschalp, o desde Allmendhubel de regreso a Grütschalp.

• Allmendhubel

Apenas a 250 m de desnivel por encima de los tejados de Mürren, en una soleada terraza natural conectada por un moderno funicular, se encuentra Allmendhubel; una pequeña estación de montaña donde, como en muchos de los lugares que encontrarás en Suiza con niños, los más pequeños son los protagonistas. Su original parque infantil (Flower Park) es garantía de diversión para los más pequeños. Aquí los niños pueden, como hormigas en un jardín gigante, explorar la madriguera de una marmota, ordeñar y dar de beber a las vacas, montar una tienda de quesos o demostrar sus habilidades en un laberinto de agua. Y todo esto con un dramático fondo de montañas y glaciares. Junto al parque podremos tomar también un breve recorrido circular de menos de un kilómetro en el que, con ayuda de paneles interactivos, se da información sobre las flores alpinas que nos rodean.

• De Grütschalp a Mürren

La estación de Grütschalp, a la que se llega en telecabina desde Lauterbrunnen, es el punto de partida del tren de vía estrecha que por encima de las paredes verticales del valle de Lauterbrunnen lleva a la pintoresca Mürren. Sin embargo, si disponemos de tiempo, puede ser muy recomendable realizar este pequeño recorrido a pie a través del sencillo camino que sin excesivo desnivel conecta ambos puntos pasando por Winteregg. Las vistas durante todo el trayecto son excepcionales y el camino, apto incluso para ser recorrido con carrito de bebé, no presenta ninguna dificultad. Una vez en Mürren podremos tomar el funicular a Allmendhubel donde, después de disfrutar como enanos en su magnífico parque infantil, los más andarines pueden cerrar el círculo tomando el sendero de montaña (Mountain View, 5 km, 75+) que, principalmente en descenso, lleva de regreso a Grütschalp.

Distancia
4,5 km

Desnivel
175 +

Recorrido
Lineal

Alt. Máxima
1.640 m

• Schilthorn

La cima del Schiltorn, que roza los tresmil metros de altitud, es una de las grandes atracciones del macizo del Jungfrau. Accesible en teleférico desde Stechelberg vía Mürren (consultar precios y horarios), ofrece una de las panorámicas más espectaculares de los Alpes berneses. Si bien su atractivo principal son las vistas, en Schilthorn podremos tocar el hielo durante los 365 días del año, conocer más acerca de los glaciares o recorrer el Paseo de la Fama 007, donde están han inmortalizado algunos de los personajes del universo James Bond. La estación intermedia de Birg merece un alto en el camino para recorrer el Thrill Walk, un pequeño y vertiginoso recorrido de acceso libre.

Kleine Scheidegg

Ubicado a los pies de la formidable pared norte del Eiger, la estación de Kleine Scheidegg es punto casi obligado de paso para uno de los viajes más alucinantes en todo el continente europeo: el tren a Jungfraujoch. Sin embargo, incluso si no tenemos intención de tomarlo, Kleine Scheidegg merece una visita (consultar precios y horarios). Desde las terrazas de su afamado hotel Belvedere se disfruta de una de las vistas más impresionantes de “el Ogro”; la más temida de las caras nortes de los Alpes. Para verla aún más de cerca merece la pena acercarse en un sencillo paseo al cercano lago artificial de Fallboden o, mejor aún, adentrarse en el Eiger Trail, una de las rutas más sobrecogedoras de cuantas se pueden realizar en Suiza.

• Lago Fallbodensee

Desde la estación de Kleine Scheidegg parte un breve sendero que en dirección a la estación Eigergletscher nos acerca al Fallbodensee, un estanque artificial en el que se reflejan las imponentes paredes verticales del Eiger. Fallbondensee cuenta con un amplio espacio a su alrededor donde poder descansar o jugar con los niños. Si las fuerzas acompañan, es recomendable seguir un poco más hasta llegar a la base de la cara norte en donde, junto a un memorial en el que se recuerda a los alpinistas fallecidos al intentar conquistar “el Ogro”, parte el Eiger Trail.

Distancia
2 km

Desnivel
75 +

Recorrido
Ida y vuelta

Alt. Máxima
2.150 m

• Eiger Trail

Sin duda uno de los senderos estrellas de la zona, el Eiger Trail recorre la base de la interminable cara norte del Eiger. El recorrido no presenta ninguna dificultad técnica, aunque por su altitud y orientación hay que tener especial atención a las previsiones del tiempo. Para realizar la ruta con niños es importante que estén habituados a la montaña y se muevan de manera autosuficiente, ya que no hay que olvidar que a pesar de lo sencillo del acceso, se trata de un recorrido de alta montaña. El Eiger Trail es un lugar sombrío y frío en cualquier época del año, por lo que la ropa de abrigo no debe faltar nunca en nuestra mochila. Lo más recomendable es comenzar desde la estación Eigergletscher (en esta ruta es recomendable acceder desde Grindelwald) para ir desciendo progresivamente hasta Alpiglen, a 1.616 m, desde donde podemos tomar un tren de regreso a Grindelwald.

Distancia
5,5 km

Desnivel
50 +

Recorrido
Lineal

Alt. Máxima
2.380 m

• Jungfraujoch

Accesible tanto desde Grindelwald (en el teleférico Eiger Express directamente hasta la estación de Eigergletscher, punto de partida del tren) como desde Lauterbrunnen (vía Kleine Scheidegg), el Jungfraujoch, la estación de ferrocarril más alta de Europa, es una de las atracciones estrellas de los Alpes suizos, si bien no es precisamente una actividad ni barata ni solitaria (consultar precios y horarios). Situado a 3.454 m, entre el Mönch y el Jungfrau, la estación es accesible en un tren cremallera único en el mundo que se adentra más de 7 km en el interior de la tierra hasta emerger en medio de enormes montañas y glaciares. Un hito de la ingeniería que nos permite acceder, sin apenas esfuerzo, al corazón del macizo del Jungfrau.

El viaje en tren, con salida desde la estación de Eigergletscher, ya es de por sí toda una experiencia. Y una vez arriba, además de las indescriptibles vistas, encontraremos varias actividades aptas para toda la familia: un parque de nieve donde se pueden alquilar trineos (entre mayo y octubre), una tirolina o un palacio de hielo con esculturas y túneles excavados bajo el glaciar. Imprescindible si el día acompaña, asomarse al plateau o al mirador del observatorio meteorológico de Sphinx, desde donde se disfruta de una visión totalmente abrumadora del glaciar Aletsch. También, en días despejados, es interesante la caminata que por un camino por la nieve perfectamente acondicionado lleva a la cercana cabaña de Mönch. La tarjeta Junior Card es recomendable si se viaje en tren por Suiza con niños, pero especialmente si tenemos pensado subir a Jungfraujoch.

Männlichen

Su estratégica posición, en una amplia arista sobre los cortados orientales del valle de Lauterbrunnen, hace de Männlichen el mirador más privilegiado del macizo del Jungfrau. Para llegar hasta esta estación de montaña situada a 2.225 m tendremos dos opciones: bien en un espectacular teleférico con terraza desde Wengen (un pequeño pueblo enclavado a media ladera y libre de tráfico al que se accede desde Lauterbrunnen en tren) o bien de forma más directa en telecabina desde Grindelwald (consultar precios y horarios).

Arriba, la gran vaca que preside el parque infantil de Männlichen será lo primero que llame la atención a los más pequeños. Las inolvidables vistas y la completa zona de juegos de la estación, con atracciones para niños de todas las edades, pueden ser suficiente botín para aquellos que busquen un plan relajado en familia. Si bien resulta recomendable aprovechar la visita para realizar, dependiendo de las edades de los niños, alguna de las interesantes rutas panorámicas que parten desde aquí. Presidido por una vaca gigantes de 8,5 m de altura, el parque infantil de Männlichen es por sí mismo toda una atracción. Aquí los niños pueden pasar horas jugando mientras los adultos disfrutan de las vistas o en el bar. En su interior cuenta con juegos, una plataforma de observación y un divertido tobogán en forma de lengua, y en su entorno juegos de equilibrio, bolos o trampolines completan la oferta.

• Männlichen-Kleine Scheidegg

El sencillo camino que, principalmente en bajada, conecta las estaciones de Männlichen con Kleine Scheidegg es una auténtica gozada para los sentidos. Con fantásticas vistas sobre el famoso triunvirato de montañas compuesto por el Eiger, el Mönch y el Jungfrau, esta clásica ruta familiar transcurre en todo momento entre pastos alpinos en los que con un poco de suerte descubriremos marmotas o rebecos. A mitad de camino encontraremos aseos. La ruta es posible hacerla incluso con un buen carrito de bebé todoterreno. Desde Kleine Scheidegg podremos tomar el tren de regreso tanto a Grindelwald como a Lauterbrunnen.

Distancia
4,5 km

Desnivel
50 +

Recorrido
Lineal

Alt. Máxima
2.225 m

• Ruta de la vaca Lieselotte

Esta original ruta temática con inicio en la estación de Männlichen (para esta ruta es recomendable acceder desde Grindelwald) hará las delicias de los más pequeños. Con ayuda de un mapa que conseguiremos de forma gratuita en las estaciones del telecabina iremos siguiendo a la vaca Lieselotte a través de divertidas paradas en las que deberemos ir completando una palabra secreta. Durante el recorrido haremos competiciones de saltos, tocaremos la trompa de los Alpes, ordeñaremos vacas y muchas sorpresas más. El camino, entre pastizales, ricos frutos de arándanos y por supuesto vacas, se realiza en constante descenso custodiados en todo momento por la cara norte del Eiger hasta llegar a la estación de Holenstein, desde donde tomaremos el telecabina a Grindelwald. En la estación inferior, entregando el mapa con la solución, obtendremos un pequeño obsequio, una práctica que verás muy repetida cuando viajes a Suiza con niños.

Distancia
3,7 km

Desnivel
0 +

Recorrido
Lineal

Alt. Máxima
2.225 m

• Männlichen Royal Walk

Conocido como Royal Walk, el corto aunque empinado camino que lleva a la cima del Männlichen, a 2.342 m de altitud, es la mejor opción si se busca una caminata corta en la zona. La ruta que lleva a la cumbre, concurrida y algo anodina, compensa sin embargo con unas extraordinarias vistas panorámicas, en las que además de la famosa trinidad compuesta por el Jungfrau, el Mönch y el Eiger, podremos ver también Interlaken, el lago de Thun y todo el valle de Lauterbrunnen. Durante el recorrido varias paradas nos van informando sobre la geología e historia de las montañas del macizo del Jungfrau.

Distancia
2 km

Desnivel
125 +

Recorrido
Ida y vuelta

Alt. Máxima
2.342 m

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Alojamiento en Lauterbrunnen

Una propuesta para alojaros en Lauterbrunnen con niños son los Apartamentos Wässerfällhusli, un coqueto apartamento situado en el centro de la población con unas vistas excepcionales a una de las cascadas más impresionantes de la zona, o el Hotel Silverhorn junto a la estación del tren y de los principales remontes. Otra opción interesante si viajas en familia es una habitación familiar en un hostel como el Valley Hostel, donde poder disfrutar de las zonas comunes. Para más opciones puedes buscar aquí.

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