Excursión con niños en el valle de Bujaruelo

Desde el encantador puente románico de San Nicolás de Bujaruelo, histórico punto de encuentro y paso para los habitantes de la zona, parte esta sencilla ruta ornitológica incluida en nuestra guía de «Rutas con niños en el Pirineo aragonés», que, muy cerca de los límites del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, recorre la amable ribera del recién nacido río Ara en su descenso desde las cumbres del macizo de Vignemale. Un vistoso recorrido que los más andarines podrán completar con la visita al tranquilo valle de Otal al encuentro de las marmotas.

A partir de
3-4 años

Dificultad
Baja

Distancia
3,5 km

Desnivel
50+

Recorrido
Circular

Altitud máx.
1.610 m

Cómo llegar

Desde Torla continuaremos por la A-135 en dirección al Parque Nacional. Recorridos 3 km llegaremos al Puente de los Navarros donde tomaremos la pista hacia San Nicolás de Bujaruelo, a donde llegaremos tras recorrer 6 km paralelos al río Ara.

Descripción

Iniciamos la ruta desde el antiguo Mesón-hospital de San Nicolás de Bujaruelo, hoy reconvertido en albergue, y que en otros tiempos fue punto de encuentro de peregrinos, pastores y comerciantes en su paso entre el valle francés de Gavarnie y el valle de Ordesa a través del puerto de Bujaruelo.

Dejando a nuestra derecha las ruinas de una antigua ermita del s.XII y el puente románico, por el que regresaremos a la vuelta, tomaremos una pista forestal en dirección al valle de Otal. Sin abandonarla comenzaremos a avanzar junto al cauce del Río Ara hasta llegar a la Fuente de la Femalla, junto a la cual encontraremos un desvío señalizado. Al llegar a este punto tendremos dos opciones: extender la ruta tomando el camino que hacia la izquierda se dirige al tranquilo valle de Otal o continuar el agradable paseo junto al cauce del río Ara siguiendo la traza de la Ruta Ornitológica de Bujaruelo.

No necesitaremos avanzar mucho desde la fuente para llegar al Puente de Oncins. Lo cruzaremos y, al poco, conectaremos con el GR-11 por donde opcionalmente, en dirección a «Ordiso», podemos añadir la visita al Puente colgante de Burguil y al Salto de Pich. Nosotros tomaremos aquí la senda a «Bujaruelo» y, ahora por la ribera contraria del río, entre pinos y serbales, comenzaremos a avanzar alternando pequeños bosques y prados que nos invitan a descansar y escuchar el sonido de las aves que habitan la ribera del río, de las que podremos encontrar información en varios paneles.

Atravesaremos las Praderas de Laña Larga con vistas sobre el imponente Pico Mondarruego [2.848 m], y más adelante una pasarela que salva las aguas del Barranco de Sandaruelo. Cerca del final pasaremos junto a un antiguo búnker de la conocida como Línea “P”, y el desvío que se dirige al Puerto de Bujaruelo, antes de cruzar una vez más el río por el Puente de San Nicolás de Bujaruelo y finalizar nuestro paseo por el Alto Ara.

Con vistas sobre el imponente Pico Mondarruego [2.848 m] atravesaremos las Praderas de Laña Larga (donde un desvío nos invita a descubrir los singulares Tejos de Crapera) y más adelante una pasarela que salva las aguas del Barranco de Sandaruelo. Cerca del final pasaremos junto a un antiguo búnker de la conocida como Línea “P”, y el desvío que se dirige al Puerto de Bujaruelo, antes de cruzar una vez más el río por el Puente de San Nicolás de Bujaruelo y finalizar nuestro paseo por el Alto Ara.

Refugio de Bujaruelo

El único lugar donde poder alojarse es el refugio de Bujaruelo. El refugio ofrece desde habitaciones dobles hasta dormitorios compartidos para 20 personas, así como una amplia pradera para acampar. Sin duda un excelente campo base para explorar el despoblado valle de Bujaruelo y el cercano Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Más info en www.refugiodebujaruelo.com

Mapa de la ruta ornitológica en el valle de Bujaruelo

Nota: Las edades propuestas en cada ruta están basadas en la distancia, el desnivel y la dificultad (baja, media o alta) que el terreno tiene para un niño. La capacidad psicomotriz puede variar notablemente de un niño a otro, por lo que hay que entender estas recomendaciones como una referencia. Serán las capacidades de cada niño las que marquen en último lugar la idoneidad de una ruta.

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