Las lagunas de Peñalara

A los pies de la montaña más alta de la sierra de Guadarrama, cobijada por un magnífico circo glaciar, se oculta la laguna Grande de Peñalara. Un paraje imponente esculpido hace millones de años por los glaciares helados que cubrían el Sistema Central. Una excursión clásica incluida en nuestra guía de «Rutas con niños en Guadarrama y Gredos» repleta de alicientes que es posible ampliar con la visita al refugio de Zabala o a la laguna de los Pájaros.

A partir de
4-5 años

Dificultad
Media

Distancia
5,5 km

Desnivel
200+

Recorrido
Lineal

Altitud máx.
2.020 m

Cómo llegar

Saliendo de Madrid por la Autovía de Colmenar tomaremos la salida 35 hacia Cerceda – Navacerrada. Continuaremos por la M-607 hasta el km. 58 para continuar por la M-601 ascendiendo al puerto de Navacerrada, donde giraremos a la derecha para seguir la SG- 15 hasta el puerto de Cotos, punto de inicio de la ruta a las lagunas de Peñalara.

Descripción

Desde el aparcamiento del Puerto de Cotos, accesible tanto en autobús como en el tren alpino que parte desde el pueblo de Cercedilla, comenzaremos la marcha tomando la pasarela de madera que se dirige al Centro de Visitantes Peñalara. A partir de este punto el camino se convierte en una amplia pista forestal que asciende cómodamente entre pinos silvestres, donde encontraremos la Fuente Cubeiro, que toma agua de un manantial cercano. Avanzando unos pocos metros más, en una curva, llegaremos al Mirador de la Gitana, donde hallaremos un peculiar reloj solar y una mesa de orientación dedicada al poeta Federico García Lorca, desde la que podremos identificar las cumbres de la Cuerda Larga.

Junto al mirador encontraremos el Cobertizo del Depósito, una zona de protección de anfibios donde podremos tomarnos un respiro antes de subir unos escalones de piedra y continuar por una senda que, ahora sin apenas pendiente, avanza al cobijo del pinar por las laderas del Cerro del Cuco. Despúes de cruzar una portilla para el ganado, el bosque se irá abriendo, mostrándonos magníficas vistas sobre el Valle de Lozoya.

Tras sortear varios arroyos por los que descienden las cristalinas aguas del deshielo, pasaremos junto a la Fuente del Cedrón, última oportunidad para poder coger agua. Poco a poco, a medida que vayamos dejando atrás el límite arbóreo, iremos descubriendo el Circo de Peñalara y las cumbres graníticas de las Dos Hermanas y el Pico Peñalara: con 2.428 m el más elevado de la sierra de Guadarrama y de la Comunidad de Madrid. Su nombre, del latín penna lara, significa “cabezas planas”, debido al perfil redondeado que adquiere la montaña desde la vertiente segoviana.

Al alcanzar el Arroyo de la Laguna, dejaremos un desvío señalizado que se dirige a la laguna de los Pájaros y, siguiendo recto, llegaremos a un pequeño Chozo de piedra, donde comienza un entarimado de madera que nos permitirá avanzar hacia la cabecera del circo a través de un frágil espacio de gran relevancia ecológica en el que es especialmente importante respetar el camino. Ya sin pérdida posible, entre piornos y enebros, remontaremos la Hoya de la Laguna Grande, en la que es habitual la presencia del ganado, hasta al fin alcanzar nuestro objetivo: la cubeta glaciar de la Laguna Grande, un paraje excepcional que merece la pena disfrutar con calma antes de emprender el regreso.

Mapa a las lagunas de Peñalara

Nota: Las edades propuestas en cada ruta están basadas en la distancia, el desnivel y la dificultad (baja, media o alta) que el terreno tiene para un niño. La capacidad psicomotriz puede variar notablemente de un niño a otro, por lo que hay que entender estas recomendaciones como una referencia. Serán las capacidades de cada niño las que marquen en último lugar la idoneidad de una ruta.

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