Los 15 lagos de montaña más bonitos (y accesibles) de Suiza

Desde el lago glaciar de Riffel se obtiene la que es quizá la postal más icónica del Matterhorn. Conviene ir a primera hora para poder disfrutar de los reflejos de la montaña en el lago. Para llegar hasta él deberemos parar en la estación de Rotenboden, la parada anterior a Gornergrat, y caminar unos 5 minutos. Si dispones de tiempo, la mejor opción es, después de visitar el observatorio de Gornergrat, descender entre pastizales y marmotas hasta el lago de Riffel con la vista puesta en el Matterhorn y continuar hasta la estación de Riffelberg (donde podemos descender a Furi y enlazar con el telecabina Matterhorn Express), en una ruta de 3,5 km y 500 m de desnivel negativo.

Desde Saas-Almagell, al final de la carretera, marcando el final del valle y a un paso de la frontera con Italia, encontraremos el magnífico lago represado de Mattmark. Merece la pena acercarse hasta aquí para disfrutar de un magnífico panorama sin esfuerzo. Junto a la coronación de la presa encontraremos un pequeño restaurante. Los más andarines también pueden darle la vuelta al lago por un sencillo y amplio camino que discurre cerca de la orilla (8 km, 75+).

Esta fantástica caminata con inicio en la estación de Gemmi, accesible desde Leukerbad, en la que se disfruta de excelentes vistas sobre el valle del Ródano y el glaciar Wildstrubel a la distancia, avanza por un amplio camino junto al lago en dirección a Schwarenbach para luego regresar tomando una pequeña senda que recorre su orilla este. Un pequeño telecabina nos permite opcionalmente al final de la ruta ahorrarnos la pequeña subida de vuelta a la estación de Gemmi.

Desde la estación de Kleine Scheidegg parte un breve sendero (2 km i/v, 75 +) que en dirección a la estación Eigergletscher nos acerca al Fallbodensee, un estanque artificial en el que se reflejan las imponentes paredes verticales del Eiger. Fallbondensee cuenta con un amplio espacio a su alrededor donde poder descansar o jugar con los niños. Si las fuerzas acompañan, es recomendable seguir un poco más hasta llegar a la base de la cara norte en donde, junto a un memorial en el que se recuerda a los alpinistas fallecidos al intentar conquistar “el Ogro”, parte el Eiger Trail.

Si hay una ruta familiar por excelencia en los Alpes berneses, esta es la del lago Bachalp. Para acceder a él se ha de tomar el telecabina que desde Grindelwald nos acerca a la estación intermedia de First. Un recorrido sencillo (7 km i/v, 150+), accesible incluso para realizar con carrito de bebé, que nos acerca a un rincón de postal salpicado de vacas pastando y enormes picos helados reflejados en las aguas del lago. Un lugar privilegiado donde reponer fuerzas antes de emprender el camino de regreso a la estación de First.

El lago de Oeschinen, con sus brillantes aguas azuladas reposando al fondo de una muralla de granito, configura una estampa idílica. Sin embargo hay que advertir que, a pesar de ser un destino popular entre las familias por su facilidad de acceso (también en invierno), este no es un lugar tranquilo. La gran popularidad de Oeschinensee puede en determinadas épocas restarle algo de encanto. El viaje comienza tomando el telecabina en Kandersteg, que en un breve trayecto asciende hasta los 1.683 m de altitud de la estación superior. Desde este punto parte el sencillo camino que lleva al lago: un recorrido llano de apenas 1,5 km que también se puede realizar en pequeños autobuses eléctricos.

Este pequeño y popular paraje natural, ubicado apenas 6 km antes de llegar a Kandersteg, puede ser un buen plan alternativo a los días que el tiempo no aconseje subir hasta Oeschinensee. Rodeado de una exuberante vegetación, en el idílico entorno del Blausee (lago Azul) encontraremos varias actividades incluidas en la entrada: áreas de picnic, parques infantiles, una granja de alpacas, paseos en barca, una pequeña piscifactoría de truchas y varios paseos ideales para recorrer en familia. Junto al lago, accesible incluso con carrito de bebé, encontraremos también un restaurante. Al igual que Oeschinensee este puede ser un lugar muy concurrido en determinadas épocas del año.

La estación intermedia de Trübsee, a la que se llega en teleférico desde Engelberg, es una visita ineludible si se viaje en familia. En medio de un extenso altiplano, a los pies de la cara norte del Titlis, el lago de Trüb ofrece un entorno ideal para que los más pequeños jueguen en plena naturaleza. Un restaurante familiar con un pequeño parque infantil y varias actividades gratuitas (hinchables, bagjump, pumptrack, barcas en el lago), nos dan la bienvenida al llegar a la estación. Precisamente a la orilla del lago encontraremos el resto de atractivos de la zona. El sencillo camino, accesible incluso con carrito de bebé, que bordea el lago enlaza distintos parques infantiles, cada uno más original que el anterior.

La mejor opción para llegar al lago de Seealpsee parte desde el aparcamiento de Wasserauen, aunque también es posible llegar tomando el teleférico desde la estación de Ebenalp. El continuado ascenso a esta bella cubeta glacial a los pies de la imponente cima del Säntis lo podremos realizar tanto por un sencillo sendero como por una cómoda pista forestal, en un recorrido total de 6 km y 350 m de desnivel. Ambas opciones las podremos combinar como mejor nos convenga en ambos sentidos. Al llegar a Seealpsee encontraremos dos restaurantes de montaña, barcas a remo y multitud de sitios donde jugar y descansar a la orilla del lago rodeados por las majestuosas montañas del macizo de Alpsten.

Partiendo desde la estación de Grotzenbüel, conectada a Braunwald con telecabina, comienza esta popular ruta (12 km, 350 +) entra las familias suizas que recorre las laderas occidentales del valle de Linthal (también podremos comenzar directamente desde las calles de Braunwald si no nos importa añadir un poco más de desnivel a la ruta). Por un amplio balcón natural con inmejorables vistas del valle, la ruta lleva primero a una granja donde se puede comprar queso artesanal y a continuación a un pequeño quiosco de montaña, antes de finalmente alcanzar el fabuloso Oberblegisee, un tranquilo lago rodeado de descarnadas montañas donde los más valientes podrán darse un chapuzón. El regreso opcionalmente podremos realizarlo descendiendo con fuerza en dirección a Brunnenberg, donde un telecabina lleva de regreso al fondo del valle del Linth.

Tomando desde Wangs el telecabina que lleva a la estación de Furt y desde aquí un telesilla hasta la estación de Gaffia (de Gaffia a Furt se puede descender en divertidos karts de montaña) y a continuación un nuevo telesilla a Pizolhütte, al fin se llega al punto de inicio de una de las excursiones más famosas del país, la de los 5 lagos de Pizol (5-Seen-Wanderung). El camino que lleva al segundo lago, aunque exigente, es perfectamente abordable para cualquier familia mínimamente acostumbrada a caminar por montaña. La recompensa es una extraordinaria panorámica sobre la cima del Pizol y las sorprendentemente azuladas aguas del Wildsee, el más espectacular de los lagos que componen la ruta completa. Merece la pena asomarse a la cubeta glaciar del Schotensee antes de emprender el camino de vuelta. Los más andarines pueden completar el circuito completo de 10 km y 600 m+ que finaliza en la estación de Gaffia (atención a los horarios del último regreso de vuelta) pasando por los lagos Schwarzee y Baschalvasee.

Con inicio desde la estación de Furtschellas (unida por teleférico con el pueblo de Sils) esta clásica excursión circular (6 km, 400 +) permite recorrer hasta 6 lagos de origen glaciar. La mayor parte del desnivel acumulado de la ruta lo salvaremos al inicio, para llegar al primer lago, el Lejin Cristal. A partir de este punto, nuestra única preocupación será disfrutar con calma de un hermoso y yermo paisaje de alta montaña entre láminas de agua y marmotas.

Situado junto a Flims y fácilmente accesible mediante un ascensor funicular (o a través de un agradable sendero descendente si queremos ahorrarnos unos francos), el popular lago de Cauma (Caumasee) cuenta con todo tipo de servicios, incluido un restaurante, bares, playas, aseos, alquiler de botes a remos y un parque infantil con juegos de agua. El enclave es idílico además de un excelente epílogo para una jornada en la montaña, aunque en temporada alta puede estar bastante concurrido.

A medio camino entre los municipios de Flims y Trin, el Crestasee es otro de los bucólicos lagos rodeados de bosque que salpican la región. A diferencia del lago de Cauma, el acceso al de Cresta no es de pago, a excepción de la zona de baños que, ubicada frente al quiosco del lago (donde se pueden alquilar kayaks, tablas de paddle surf o barcas), dispone de una zona menos profunda para niños. Un camino recorre su orilla donde encontraremos varias zonas de picnic con parrillas y lugares donde puntualmente podremos refrescarnos.

Por su cercanía a la carretera que lleva al paso de Albula y por su paisaje de ensueño, considerado uno de los más bellos de Suiza, el Lai da Palpuogna es una de las paradas obligatorias en el Parque Ela. Junto a su orilla, que es posible recorrer en una sencilla y corta caminata, se disponen varias zonas de picnic con parrillas y leña para pasar una tranquila jornada familiar al aire libre. Zona de aparcamiento limitada.